La pandemia de coronavirus supuso un punto de inflexión en las exigencias de los trabajadores. La flexibilidad y conciliación, el crecimiento económico y profesional, el ambiente en la oficina y la salud mental detonaron la “Gran Renuncia”, un fenómeno por el que más de 50 millones de estadounidenses dejaron su empleo en busca de mejores condiciones. Aunque la “Gran Renuncia” no se contagió a la misma escala en España, sus exigencias sí que lo hicieron.
La consultora Gallup advertía a finales de 2023 que la oficina del futuro será híbrida o no será, y ponía el foco en reducir el estrés laboral para preservar la productividad. En esa línea, 2024 se verá marcado por la necesidad de replantearse un liderazgo empresarial a largo plazo que se adapte a esta nueva realidad. Y es que, según la consultora, “tener un mánager efectivo es cuatro veces más importante para el compromiso y bienestar de los miembros de un equipo que la modalidad de trabajo”.
Sin embargo, los retos a los que debe enfrentarse el liderazgo empresarial en 2024 no acaban ahí: la inteligencia artificial va a suponer un cambio de paradigma que los gerentes deben incluir en sus estrategias de gestión; lo mismo ocurre con el desarrollo de una sociedad cada vez más inclusiva y consciente de las desigualdades. A continuación, veremos las tendencias de liderazgo empresarial que abordarán estos retos en 2024.
Liderazgo basado en el bienestar
El 20% de los trabajadores españoles dice sentir enfado a diario en el trabajo, según el State of the Global Workplace 2023 de Gallup. Además, el 36% afirma sentir estrés todos los días, y solo el 26% considera que estamos en un buen momento para cambiar de empresa. Esto sitúa a España como el segundo país con menos esperanzas laborales de Europa. “España tiene un estilo de gestión bastante centralizado y jerárquico”, apunta Pablo Diego Rosell, Senior Business Solutions Consultant de Gallup, “hay pocas oportunidades para el debate y la participación de los empleados”.
Un liderazgo que incluya a los trabajadores es clave para revertir esta tendencia. Para ello, podemos implementar una estrategia que abogue por la inteligencia emocional: escuchar activamente a los empleados y tomar medidas en base a ello. Además, podemos incorporar soluciones de bienestar durante la jornada laboral, como asistencia psicológica, oportunidades de formación y desarrollo profesional o sesiones de yoga. El objetivo de este liderazgo es poner el bienestar de los trabajadores en el centro y hacer del trabajo una experiencia satisfactoria.
Liderazgo por la igualdad y la diversidad
Aunque los avances son innegables, la desigualdad en el entorno laboral sigue existiendo: la brecha de género en la afiliación a la Seguridad Social fue del 5,39% en diciembre. Pero la desigualdad afecta a otros aspectos como el origen nacional, étnico o racial, la orientación sexual, las diferentes capacidades y la edad. En 2022, el 49% de las compañías incluía la diversidad en su declaración de objetivos, según un informe de la consultora de selección de personal Michael Page. Sin embargo, solo un 37% había reajustado sus políticas de contratación, y un 23% había adaptado los puestos a personas mayores o con discapacidad.
Un liderazgo empresarial guiado por la igualdad busca enriquecer su equipo con una amplia gama de perspectivas, dejando de lado sesgos inconscientes. Así, es importante prestar especial atención a los grupos subrepresentados, escuchando sus puntos de vista y propiciando que formen parte de la toma de decisiones. Mientras crean una sociedad más justa, “las empresas que cuentan con diversidad en sus equipos directivos pueden llegar a mejorar sus resultados financieros en un 30%”, añade el informe.
Liderazgo en la era de la inteligencia artificial
La inversión global en transformación digital alcanzará los 3,4 billones de dólares (unos 3,1 billones de euros) en 2026, según la International Data Corporation. Esto, unido a la expansión de la inteligencia artificial, supondrá un cambio radical en la forma que tenemos de trabajar. Ante este panorama, el liderazgo empresarial debe aprender y adaptarse, haciendo un esfuerzo adicional por mejorar las habilidades técnicas propias y de sus equipos.
En este sentido, un gestor eficaz debería ser capaz de comprender las tecnologías emergentes e integrarlas en el flujo de trabajo para optimizar el rendimiento de sus empleados. De esta forma, podría liberarlos de tareas que pueden ser automatizadas con facilidad. Además, la tecnología ha propiciado la expansión de la toma de decisiones basadas en datos. Para ello, es esencial asegurar el acceso de nuestros equipos a la información pertinente, así como su formación, para que puedan analizar esa información y extraer conclusiones que les permitan tomar decisiones realmente basadas en datos.
Liderazgo en remoto
La pandemia forzó la implementación del teletrabajo en muchas industrias. Aunque la adopción ha ido cayendo desde entonces, desempeñar un puesto en remoto era posible para el 7,3% de la población española en 2023, según el portal de empleo InfoJobs. A estos datos hay que añadirle el 6,6% de personas que trabajó desde casa ocasionalmente el año pasado. Ante esta situación, es esencial que las compañías desarrollen unas buenas capacidades de liderazgo en remoto.
Esta tendencia de liderazgo empresarial se caracteriza por promover una comunicación efectiva adaptada a entornos virtuales. También aboga por la colaboración en línea y la capacitación tecnológica continua. Sin embargo, su punto fuerte es crear equipos en la distancia y fomentar su cohesión. Para ello, la realidad virtual y aumentada puede convertirse en una herramienta esencial en los próximos meses. Por otro lado, el liderazgo en remoto se enfrenta a un reto que debe abordar desde el inicio: velar por la desconexión digital de sus empleados para evitar la fatiga digital y el burnout derivado de poder estar permanentemente conectado al trabajo.
Aunque las tendencias de liderazgo empresarial que marcarán el 2024 son distintas entre sí, no son exclusivas: al combinarlas, podemos garantizar una experiencia laboral gratificante para nuestros empleados. La clave está en estar pendientes de los avances tecnológicos y saber transformar los modelos de liderazgo para que sean más plurales, humanos y flexibles ante una realidad cambiante.