La gestión del patrimonio es fundamental en las empresas familiares. Es el recurso esencial que les permite hacer crecer el negocio, fundar nuevos proyectos y defenderse en periodos de crisis. Por ello, es prioritario que las familias empresarias aprendan a caracterizarlo, a valorarlo y a protegerlo. Necesitan consensuar una estrategia patrimonial armónica con las necesidades de la empresa y las de la familia, manteniendo el patrimonio per cápita a medida que la familia crece.
Para ayudar a las empresas familiares en este camino Cámara de Madrid ha organizado con la colaboración de Ibercaja y la Fundación Numa una jornada enfocada a entender y proteger el patrimonio de la familia empresaria ante el relevo generacional y sus implicaciones fiscales: un factor determinante en el éxito de la transferencia del legado familiar.
José Ramón Sanz, presidente de la Fundación Numa, ha mostrado la realidad de las empresas familiares, “que son el soporte de la economía y el empleo, así como el soporte del bienestar y los presupuestos de todos los países del mundo”. Sanz ha hecho hincapié en la continuidad como “reto colosal” para las empresas familiares, pero ha apuntado que “se puede conseguir exitosamente, ya que la fuerte capacidad emprendedora de las empresas familiares les lleva a adaptar su portfolio de actividades a los diferentes escenarios para seguir creando riqueza a través de generaciones”.
La diferencia entre la continuidad y el relevo patrimonial
El presidente de la Fundación considera que “hay plena consciencia de la continuidad sostenible: una tarea diaria a lo largo de toda la vida que permitirá mantener unos equipos profesionales competentes y comprometidos”. Pero apunta que en cuanto al relevo patrimonial la situación difiere: “Todavía, hay muchas familias que no tienen establecidas estrategias de protección del patrimonio. Y, sobre todo, no tienen una planificación del relevo patrimonial que incluya procedimientos de solución de conflictos y mediación. Tenerlo les permitiría minimizar los costes fiscales, asegurar el control de las actividades empresariales y evitar unos conflictos familiares que son demasiado frecuentes”.
Desde la Fundación Numa ayudan a los empresarios familiares a superar el reto de la continuidad haciéndoles comprender su realidad. “Además, les transmitimos la necesidad de establecer planes de continuidad desde una visión global de empresa, familia y patrimonio”, apunta Sanz. La fundación analiza los retos y cómo los superan las familias empresarias, y se encarga de divulgar ese conocimiento útil y aplicable. “La generosidad de los empresarios, unida al conocimiento y experiencias, nos permite desarrollar modelos conceptuales y herramientas que, después de ser validadas por la realidad, divulgamos a través de todo tipo de jornadas”, explica el presidente de la Fundación Numa.
La importancia de la fiscalidad en el relevo generacional
Desde Ibercaja, Juan Linares, director de Asesoría Fiscal del Banco, y Rodrigo de Salazar, responsable de Asesoría Fiscal de Negocio, se han centrado en la importancia de la fiscalidad en el relevo generacional de la empresa familiar, ya que, tal y como han indicado, “el relevo no solo es un cambio crucial, sino también un proceso que conlleva importantes implicaciones fiscales. Esta transición, que generalmente implica la transferencia de la gestión y propiedad de una generación a otra, no solo influye en la continuidad del negocio, sino que requiere una minuciosa evaluación de las consecuencias fiscales involucradas, las cuales pueden suponer un factor determinante en su éxito”.
“La gestión adecuada del patrimonio es un pilar fundamental para las empresas familiares, ya que asegura la continuidad del legado empresarial a lo largo del tiempo. Pero en la práctica, vemos como este es uno de los deberes pendientes de la familia empresaria”, ha subrayado Linares. En esta línea, De Salazar ha recordado que “a la tercera generación solo sobreviven alrededor de una de cada diez empresas familiares. ¿Cuál es la principal razón? Pues la falta de planificación”. La preservación y el crecimiento del capital de la empresa, sin perder de vista el patrimonio intangible que está detrás de la vocación de continuidad, es para los expertos de Ibercaja el objetivo que debe perseguir una buena gestión patrimonial.
La estrategia empresarial que favorece a la gestión patrimonial
Una buena gestión patrimonial es aquella “comprometida con valores, tradiciones y responsabilidades, alejada de rendimientos a corto plazo y enfocada al reto de sostener la salud duradera de la empresa”, ha apuntado Linares. Además de proporcionar estabilidad financiera y de facilitar el proceso de sucesión, “permite mantener la cohesión familiar, asegurar la viabilidad del negocio y garantizar la transferencia exitosa del patrimonio a la siguiente generación”, ha añadido.
¿Y qué debe integrar una estrategia empresarial armónica que favorezca la gestión patrimonial? Para Linares hay aspectos clave: “Planificación financiera, el uso de herramientas legales y la gestión operativa de la empresa. Esto implica establecer políticas claras de sucesión, gobierno y retribución del accionista, diversificación de activos, optimización fiscal, desarrollo de talento dentro de la familia y la empresa y contar con mecanismos adecuados para la prevención y resolución de conflictos”.
Desde Ibercaja se ofrece un servicio personalizado que se adapta a las necesidades específicas de cada familia empresaria, “porque entendemos que cada una es única y se enfrenta a desafíos particulares en la gestión de su patrimonio”, han apuntado los expertos de la entidad. Se trabaja en estrecha colaboración con los miembros de la familia para comprender sus objetivos, contexto y desafíos individuales. “Nuestro enfoque global nos permite trazar estrategias personalizadas que fomenten la continuidad del negocio y la preservación del patrimonio a largo plazo”, han recalcado. Ya sea a través de asesoramiento en planificación patrimonial, gestión de inversiones o servicios de sucesión, Ibercaja está comprometida con las empresas para que alcancen sus metas financieras y familiares.