Transformación
En un mercado cada vez más globalizado, donde el competidor no está sólo al otro lado de la calle, sino en cualquier rincón del planeta, la digitalización de las empresas es fundamental para mejorar su competitividad.
Este cambio tecnológico supone una transformación de las empresas mediante el uso de herramientas digitales para optimizar procesos, reducir costes o mejorar la sostenibilidad y puede marcar la diferencia entre aquellos negocios que son más competitivos y los que no.
No todas las pymes están llevando a cabo estos procesos de transformación digital al mismo ritmo, lo que abre una brecha digital que agudiza las diferencias entre unas compañías y otras.
H2: Impacto negativo de la brecha digital en las pymes
¿Qué aspectos negativos tiene la brecha digital en una pyme?
Como explican en este artículo de La Razón, quedarse atrás frente a los competidores puede comprometer el futuro de la empresa, ya que la digitalización es una herramienta útil en múltiples ámbitos de un negocio. El hecho de no seguir el ritmo de estos cambios tecnológicos puede afectar a:
Según el estudio del Observatorio de Competitividad Empresarial de la Cámara de Comercio de España, las empresas españolas confían en su nivel de digitalización, con un 85% que considera que es medio o alto. Como señala el informe, la aplicación de avances digitales impacta principalmente en la innovación y la productividad, en su relación con clientes y otras empresas, y en la imagen de marca.
Para la implantación de la digitalización en las empresas, se identifican tres obstáculos que ralentizan su activación: las administraciones públicas, el entorno y los factores internos.
La transformación digital presenta una serie de ventajas para las pymes:
Llevar a cabo la transformación digital de una pyme requiere de un análisis del sector y de la propia empresa para conocer qué está haciendo la competencia, qué tecnologías son las más adecuados en cada caso y qué beneficios van a aportar.
Cada empresa tiene unas particularidades, por lo que trabajar con cada uno de los departamentos ayudará a determinar qué procesos se pueden digitalizar. Puede hacerse internamente o contar con una consultora que, con su experiencia, guíe a la empresa en el proceso de análisis para tomar las decisiones más adecuadas.
A partir de aquí, se pueden planificar el proceso, teniendo en cuenta que la transición de un sistema a uno nuevo digitalizado debe hacerse de forma fluida, sin que haya una interrupción en el desarrollo de la actividad diaria.
Por último, debe ponerse en marcha un programa de alfabetización digital en la compañía para que los empleados se formen en el uso de las herramientas digitales, de manera que se involucren, vean las ventajas del cambio y cómo mejora su trabajo gracias a ellas.