Las organizaciones están formadas por personas. Pero entre ellas, la manera que tienen de relacionarse de cara al desempeño del trabajo puede ser muy dispar. Jara Pascual, CEO de Collabwith, plantea en los primeros módulos de su curso ‘Cómo crear equipos de alto rendimiento’ las diferencias entre un grupo de trabajo y un equipo.
El primero, dice Pascual, “es como si fueran máquinas con tareas en una fábrica. Trabajan y al final sale un resultado”. En un equipo, “el trabajo colaborativo es el que genera ese resultado”, apunta. En este sentido, el liderazgo también es diferente en estas dos tipologías. En los grupos de trabajo, el líder está definido, con un rol claro y dominante, y en un equipo, el liderazgo es compartido: todo el mundo es responsable de que salga adelante una tarea.
Los mismo pasa con la responsabilidad. En el grupo de trabajo, la responsabilidad es individual, y en los equipos, hay una responsabilidad individual y de grupo. En cuanto a las reuniones, en los grupos de trabajo son rápidas, sin conversación, basadas en la definición de tareas. En una reunión de un equipo se facilitarían conversaciones abiertas con un diálogo activo para poder solucionar problemas.
En el sentido de medir eficacia y eficiencia, en los equipos se mide de manera colectiva en función del producto o servicio que se realiza, y en el grupo de trabajo en función de las personas individuales.
La profesora de Hardvard Amy Edmondson dice que los equipos de alto rendimiento tienen la mentalidad de “queremos trabajar juntos para hacer mejor los productos y servicios”. Además, los equipos innovadores comparten información, a parte de aprender en conjunto de las situaciones, experiencias y otras formaciones de expertos.
Para saber cómo están configurados los equipos dentro de una organización, Jara Pascual plantea tres ejercicios:
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