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Fecha de publicación 04 septiembre 2025

¿Por qué tener proveedores sostenibles?

¿Por qué tener proveedores sostenibles?

Las empresas y proveedores que aplican criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) a lo largo de la cadena de valor no solo contribuyen a la mejora del medioambiente, sino que son más eficientes e innovadoras, pueden prever y mitigar riesgos anticipadamente, fortalecen la reputación de su marca y resultan atractivas para empleados, socios e inversores.

Los nuevos hábitos de consumo han incrementado el impacto que la producción de bienes tiene sobre el planeta, con sectores como la alimentación o la industria de la moda rápida en el punto de mira, a los que hay que sumar la distribución y la logística al entrar en el tablero del juego las compras por internet.

Según un estudio de la consultora McKinsey & Company, entre el 80% y el 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero son de ‘alcance 3’: emisiones indirectas que ocurren a lo largo de toda la cadena de valor, como las asociadas a los bienes y servicios adquiridos, los desplazamientos de empleados o el tratamiento de los productos al final de su vida útil.

Los consumidores son cada vez más exigentes respecto al impacto ambiental que tiene la elaboración de un producto, las condiciones laborales o las materias primas que se utilizan en el proceso. Esta mayor sensibilidad repercute en las empresas que, conscientes del peso reputacional que puede tener sobre su marca, han ido implementando cambios en sus programas ambientales, sociales y de gobernanza (ASG). Estas políticas se han ido extendiendo a la cadena de valor para poder garantizar el compromiso ético y medioambiental de las grandes compañías. 

Gestión sostenible de la cadena de suministro

Como explica Ángel Alloza, CEO de Corporate Excellence, en el artículo de El País ‘Cadenas de suministros más trazables’, “en el entorno actual, donde los riesgos se interconectan y amplifican con enorme rapidez, gestionar la cadena de suministro sin una perspectiva ASG supone una vulnerabilidad reputacional”. Sin embargo, añade, contar con una cadena de proveedores sostenible “genera confianza, fideliza y permite diferenciarse en un mercado saturado”.

La presión social por garantizar la sostenibilidad de la cadena de valor va acompañada de una mayor acción legislativa. Es el caso de la Directiva de Diligencia Debida en Material de Sostenibilidad (Corporate Sustainability Due Diligence Directive, CSDDD en sus siglas en inglés). Aunque el “paquete Ómnibus” de la Comisión Europea ha simplificado y flexibilizado su aplicación, el objetivo se mantiene: fomentar un comportamiento empresarial sostenible y responsable en las cadenas de valor globales, de forma que las grandes empresas identifiquen, prevengan, mitiguen y pongan fin a los impactos negativos de sus actividades -tanto sobre los derechos humanos como sobre el medio ambiente- de sus propias operaciones y de las de sus filiales y socios comerciales.

Beneficios para las empresas

Según el informe de McKinsey & Company, las compañías con una estrategia ASG fuerte crecen entre un 10% y un 20% más rápido y reducen los costes hasta un 20% al ser más eficientes operativamente.

Aplicar una política sostenible en la cadena de valor y promover estas medidas entre los proveedores repercute positivamente en las empresas por varias razones:

Ventajas medioambientales

Los proveedores que también aplican medidas ASG en sus procesos contribuyen a reducir los niveles de contaminación, de generación de residuos o el uso ineficiente de recursos. Aplicar medidas medioambientalmente responsables contribuye a reducir la huella de carbono en toda la cadena de suministro.

Reducción de riesgos

Las compañías pueden identificar riesgos provenientes de los proveedores como desabastecimiento, interrupciones en la cadena de suministros, problemas laborales o incumplimientos normativos y poder aplicar medidas que los mitiguen de forma anticipada evitando paros en la producción o incluso sanciones.

Mejora de la eficiencia

Al aplicar medidas sostenibles medioambientalmente, las empresas pueden mejorar la gestión de los recursos y reducir costes. Si estas medidas se aplican por parte de los proveedores, el impacto se extiende y repercute en toda la cadena de valor. Se pueden desarrollar proyectos de economía circular conjuntos, aplicar medidas de eficiencia y ahorro energético, reducción y valorización de residuos, u optimización de los costes de transporte, entre otras medidas.

Ventajas sociales

Las empresas con un sólido compromiso ASG son más atractivas entre los profesionales, especialmente, entre las generaciones más jóvenes, que buscan empresas con un propósito claro. Además, contribuir a una sostenibilidad financiera de los empleados a través de condiciones de trabajo donde prime la equidad y la igualdad será valorado positivamente.

Ventajas competitivas

Aplicar criterios sostenibles y éticos en la cadena de valor permite acceder a nuevos mercados donde se exige estos estándares y acceder a financiación sostenible. Además, las cadenas de valor sostenibles están mejor preparadas para afrontar situaciones de incertidumbre o cambios inesperados ya que están habituadas a aplicar la innovación de forma constante para buscar soluciones más eficientes en todos los procesos.

Mejora de la reputación corporativa

El compromiso con prácticas responsables a lo largo de la cadena de valor fortalece la confianza tanto de clientes como de la sociedad en general, lo que repercute positivamente en la reputación de la marca. Además, crea relaciones más sólidas y duraderas con los socios.

“En Ibercaja apoyamos a las empresas que asumen el reto de transformar su cadena de valor desde una perspectiva sostenible. Apostar por proveedores responsables no solo mejora el rendimiento operativo, sino que fortalece el vínculo con el entorno social y medioambiental”, afirma Teresa Fernández, directora del Área de Empresas de Ibercaja.

Programa del Pacto Mundial

Para facilitar esta transformación, el Pacto Mundial de la ONU, junto con ICEX España Exportación e Inversiones y la Fundación ICO, han puesto en marcha el “Programa de capacitación: proveedores sostenibles”. En esta tercera edición, participan 5.200 pymes de 72 países. A través de módulos educativos, cursos y guías, se promueve la incorporación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la estrategia empresarial.

La gestión sostenible de las cadenas de suministro es una tendencia estratégica para el sector empresarial al vislumbrarse como una oportunidad para construir un futuro más ecológico, socialmente equitativo y económicamente viable.

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