Pensiones 2025: la botella medio llena o medio vacía

Sostenibilidad

Artículo escrito por Juan Royo, economista experto en RSC y Key Opinion Leader (KOL) de Más Empresa.

La sostenibilidad del sistema de pensiones español está en entredicho. ¿Eso significa que se trata de una mala noticia? ¡No! No es sostenible porque aumenta la esperanza de vida y con respecto a las pensiones de nuestros abuelos, las de nuestros padres son más elevadas... La duda surge: ¿cómo serán las nuestras?

Lo que no son cuentas, son cuentos. Se impone el pragmatismo a la hora de abordar la cuestión. No sirve de nada que nuestros políticos se esfuercen en edulcorar la situación tratándonos como niños. ¿Cómo se calcula si existe superávit o déficit en la hucha pública de las pensiones? Cuantificando el dinero que entra y el que sale: los ingresos (cotizaciones que se aportan) frente a los gastos (prestaciones que se satisfagan). El número de cotizantes multiplicado por la cuantía de su cotización y por el número de años que se cotice, por un lado. El número de pensionistas por la pensión que cobren por el número de años que vivan, por otro.

Las perspectivas no son halagüeñas debido, entre otros motivos, al obsceno dato del desempleo juvenil en España. Somos los subcampeones de Europa, solo por detrás de Grecia. El 43,9% de los menores de 25 años están en paro. Los jóvenes de hasta 29 años con estudios universitarios tampoco lo tienen mucho mejor: paro del 16,7%, luchando por el deshonroso primer puesto europeo con Italia (16,8%). Sin empleo de calidad no hay cotizaciones a la Seguridad Social que valgan y el sistema se colapsaría.

Sin empleo de calidad no hay cotizaciones a la Seguridad Social que valgan.

¿Cómo afrontar el reto de las pensiones 2025? Desde el punto de vista de la demanda, la innovación es la base de toda evolución. Lograr empleos de calidad requiere introducir un equilibrio entre lo real y lo virtual -lo físico y lo digital- y, a su vez, una transformación cultural la cual existe, según Malinowski, para satisfacer las necesidades biológicas, psicológicas y sociales del individuo dentro de un contexto social. La diversidad es la manera más adecuada de entender un mundo vuca (volátil, incierto, complejo y ambiguo) que no puede pensar solo en el corto plazo. Es imprescindible planear estrategias en sostenibilidad, en términos financieros y no financieros. Los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) de Naciones Unidas son un extraordinario marco de actuación. Y, desde luego, la empleabilidad aborda nuevas formas y modos de trabajo, desde el cambio del workplace (lugar) por el spacework (espacio) hasta el emprendimiento (intra y extra empresarial), pasando por la flexibilidad, la conciliación o la medición salarial y extra salarial (emocional y reputacional).

Romper la dicotomía keynesiana de enfrentar el consumo al ahorro ya es posible gracias a empresas emergentes como la aragonesa Pensumo. Las promociones comerciales tradicionales incentivan un consumo insostenible con descuentos agresivos en la segunda unidad de compra que deviene en despilfarro en ocasiones. Sin embargo, bonificar el consumo con microaportaciones en efectivo a planes de pensiones enriquecen la educación financiera de los ciudadanos y animan hacia hábitos ahorro recurrentes a largo plazo que aliviarán las tensiones del sistema público.

Los hábitos de ahorro recurrentes a largo plazo aliviarán las tensiones del sistema público.

Desde el punto de vista de la oferta, los planes de pensiones 2025 (los particulares y los de empleo, auspiciados por las empresas) serán socialmente responsables. Deberán medir su rentabilidad financiera. Pero también su impacto en aspectos ambientales (energías renovables, emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) o contaminación atmosférica), sociales (igualdad, adscripción a estándares de la OIT, diálogo social, derecho a la información y consulta y derechos sindicales, salud y seguridad, diálogo con los grupos de interés o diversidad) y de gobierno corporativo (derechos humanos, corrupción, soborno y mecanismos para prevenir malas prácticas). Todo ello con transparencia, calidad y claridad, lo que redundará en una mayor confianza en el sistema bancario, imprescindible en el mundo económico y social actual.