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Cadena de valor, competencia o inteligencia competitiva son términos clave para entender cómo funciona el mercado y saber posicionarse en él. Lanzar una empresa requiere de un estudio previo de situación que aporte toda la información necesaria para asegurarnos la viabilidad y el éxito de nuestro proyecto. Y para eso hay que abrir los ojos y la mente: “La gente que triunfa es porque ha mirado a su alrededor”, asegura Santiago Rebollo, ingeniero industrial CEO de Iberastur.
La tercera sesión del bootcamp de ‘Atrévete a saltar’ enseñará a los equipos participantes a conocer su entorno y aplicar la metodología más adecuada para analizar a sus competidores y encontrar su eslabón en la cadena.
‘Atrévete a saltar’ es el programa de acompañamiento y aceleración de proyectos e ideas emprendedoras en fase inicial impulsado desde Ecosistema Más Empresa y enmarcado en Ibercaja Emprende. Con esta iniciativa, se busca trabajar mano a mano con 15 proyectos que se encuentren en fase de validación problema-solución para que puedan desarrollar todas las competencias y habilidades necesarias para poner en marcha su proyecto y lanzarse al mercado con una propuesta de valor.
INTELIGENCIA COMPETITIVA Y CADENA DE VALOR
La inteligencia competitiva ha de integrarse como una faceta más de la empresa con el objetivo de vigilar dónde está nuestra competencia, cómo se mueve, pero también qué hace bien y qué hace mal, porque esto nos ayudará a definir mejor la estrategia de nuestro negocio.
Este concepto implica también el estudio del sector en el que nos encontramos, la industria, los recursos y los proveedores. Todos ellos conforman los eslabones de la gran cadena que en el ámbito empresarial se conoce como ‘cadena de valor’, la cual puede aportar a nuestro producto o servicio una ventaja competitiva en el mercado.
Para entender cómo funcionan los engranajes de esta cadena y comprender la importancia de controlar cada eslabón, Rebollo expone dos ejemplos:
ANÁLISIS DEL MERCADO
En el análisis de mercado, conviene, asimismo, que encontremos empresas complementarias que nos ayuden a crecer. En muchos casos, los consorcios son la respuesta a estos problemas: “Tal vez sacar al exterior solo una empresa de electricidad no sea viable, pero si lo haces uniéndote a otras empresas para completar el proceso, igual sí es viable y además podéis competir mejor”, cuenta Rebollo. “A veces – continúa - un consorcio aporta una gran capacidad financiera o de comercialización de la que yo no dispongo. Así, ya no me tengo que preocupar yo de crear una estructura para comercializar si esa otra empresa integra mi producto en su catálogo”. Se trata, al final, de buscar los mejores compañeros de viaje y estar predispuestos a la colaboración.
La inteligencia competitiva, en muchos casos, requiere que tengamos capacidad de mirar más allá de nuestro sector cuando analizamos el mercado. “Quizás no se trata de la cadena preconcebida con la que empiezas a trabajar. Tal vez tu producto o servicio estaba vinculado al sector industrial, pero te das cuenta de que también encaja en la industria creativa o artística. Si no hubieras estado al tanto y no hubieras mirado a tu alrededor, ¿te habrías dado cuenta de esta oportunidad?”, señala el experto.
El conjunto de todas estas técnicas y herramientas para poder posicionar una empresa en el mercado serán los principales aprendizajes de la tercera sesión del bootcamp de ‘Atrévete a saltar’, cuyos equipos participantes continúan recibiendo una formación integral con la que poder escalar sus propuestas y convertirlas en negocios de éxito.
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