Actualmente, en España tan solo el 5% de los puestos de responsabilidad en empresas está ocupados por mujeres. En cambio, estas representan el 45% del mercado laboral y el 60% del estudiantado en universidades. En el ámbito de la industria en concreto, apenas el 24% de la ocupación es femenina, lo que no difiere mucho de la media europea, que se sitúa en el 28%. Para entender por qué esto ocurre y qué barreras encuentran las mujeres a la hora de acceder a cargos de responsabilidad en la empresa industrial, el ecosistema Más Empresa de Ibercaja y su fundación ha organizado este webinar, titulado “La mujer en la empresa industrial: retos y oportunidades”.
En esta mesa redonda participaron mujeres líderes en el sector, con amplia experiencia en el mundo de la industria, que conocen de primera mano los entresijos y dificultades que ha supuesto tradicionalmente este entorno laboral.
Nuria Aguaviva, directora general de MYTA (Grupo SAMCA), cuenta en el webinar que, cuando ella comenzó a trabajar, apenas había representación femenina que no fuera para desempeñar funciones de administración o secretariado: “Afortunadamente, la presencia de mujeres ha ido aumentando, sobre entre los mandos intermedios. En la empresa en la que me encuentro, actualmente el 40% de los puestos de responsabilidad corresponden a mujeres. Por esto veo una ventana a la esperanza”.
Iciar Balza, directora de Transformación Digital de Grupo Gonvarri, indica que la clave para entender por qué el número de mujeres en la industria es tan reducido se encuentra en la educación, “en cuántas mujeres siguen matriculándose en carreras STEM y qué balance hacen del coste-beneficio de estudiar estas carreras”. Además, añade, el cambio en la tendencia hacia la diversidad en la industria es lento y a veces está penalizado.
Ana Solana, directora senior HR, Talent & Compensation Group de Exide Group, recuerda que ella fue la primera mujer en su empresa que no se desempeñó como secretaria. “Las cosas han cambiado mucho en estos 25 años. Por fin hemos normalizado el acceso de las mujeres a la empresa; ahora queda normalizar el acceso de estas a la dirección” porque, asegura, “todavía estamos muy rodeadas de corbatas”.
Berta Cuenca, directora de operaciones de Lear Corporation, subraya que el camino “ha sido difícil para las mujeres. Cuando yo entré en la empresa, tuve que mimetizarme con los hombres. Entonces el liderazgo estaba masculinizado, era severo, estricto, muy centrado en objetivos. Hasta que me di cuenta de que lo bueno que podía aportar yo a mi empresa era mi liderazgo natural como mujer”.
La dinamizadora de esta mesa redonda, Mireia García, CEO de nuestro partner Innomads y key opinion lider (KOL) de la vertical de diversidad de Más Empresa, apunta que las principales barreras para el ascenso de las mujeres son “la cultura, la dificultad para conciliar y sistemas de promoción no objetivos”. Debe considerarse al mismo tiempo que el sector industrial ha estado tradicionalmente copado por hombres, ya que se asocia a trabajos manuales que requieren fuerza.
Fuente de inspiración para mujeres y niñas
Por su parte, Balza también señala que la industria resulta cada vez menos atractiva: “Se ve como algo sucio y pesado y lo que nos tenemos que preguntar es si cuando hablamos de ingenierías estamos explicado bien cuáles son las salidas tras estudiarlas”. Aguaviva coincide en este planteamiento y añade la necesidad de que se creen “mentoras, bien a través de programas que fomenten las propias empresas o bien a nivel particular porque exista esa confianza. Deberíamos ser fuente de inspiración para mujeres y niñas”.
En cuanto al futuro que deparan a la mujer en el ámbito industrial, apuestan por seguir avanzando hacia la igualdad. “Es un paso muy importante que las nuevas generaciones tengan tan naturalizada la diversidad dentro de la empresa”, postula Cuenca. “Sin duda, me gustaría creer que se abrirá el acceso a los puestos de responsabilidad cada vez más”, comenta Solana, quien además insiste en el valor añadido que suponen las mujeres a la empresa: “Aportamos templanza en la forma de trabajar, en general somos más cooperativas que los hombres -que por naturaleza son un poco más competitivos- y creamos grupos de trabajo inspiradores”.
Por lo tanto, la empresa industrial que no apuesta por las mujeres está perdiendo la oportunidad de ver las cosas desde otra perspectiva y, por ende, pierde riqueza. Además, no solamente las ingenierías tienen encaje en la industria, sino que hay una gran cantidad de perfiles profesionales vinculados a este tipo de empresas que pueden desarrollarse en departamentos de marketing, finanzas, logística o recursos humanos, entre otros.
Afortunadamente también en estos tiempos, la conciliación ha dejado de ser un problema para las mujeres y, hoy en día, las responsabilidades familiares y el cuidado de los hijos se reparten al 50% entre hombres y mujeres. Esto impulsa las carreras profesionales de las mujeres y debe ser transmitido a las nuevas generaciones, para que crezcan en entornos donde la diversidad e igualdad de oportunidades sea una realidad tangible.
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