Motivación, frustración y asertividad: tres emociones que afectan al trabajo

La motivación puede definirse como el proceso psicológico que activa y dirige la conducta de un organismo hacia una meta concreta. La emoción es un proceso psicológico especialmente complejo que influye en nuestra propia conducta, pero también en el comportamiento de otras personas que interpretan nuestras expresiones emocionales. Así lo explica Jara Pacual, CEO de Collabwith, en el curso de 'Cómo gestionar equipo de alto rendimiento'. 

La motivación está conectada con la autoestima, así que para motivar a las personas y al equipo hay que valorarlo. Estas son algunas acciones que se pueden aplicar en el equipo de una organización para motivarlo:

• Valorar el trabajo de cada miembro del equipo
• Escuchar opiniones e ideas de todos
• Tener reuniones individuales
• Escuchar activamente las explicaciones
• En las reuniones dar el mismo espacio y tiempo a cada participante
• Buscas soluciones conjuntamente a problemas
• Transmitir a los miembros del equipo que todos son responsables de los resultados

Otra de las emociones que se pueden dar en un entorno laboral es la frustración. Puede ser definida como “un sentimiento estrictamente desagradable en el que una persona deposita previamente todos sus esfuerzos físicos, psíquicos, actitudes, aptitudes y tiempo, con la finalidad de alcanzar un objetivo establecido y a su vez, obtiene la anulación del mismo", dice Pacual.  ¿Cómo ayudar a un equipo a gestionar la frustración?

• Identifica todos los objetivos que aún no se han alcanzado
• Busca objetivos alternativos
• Acepta los obstáculos
• Da permiso para cometer errores
• Anima a liberarse de toda culpa
• No coloques expectativas sobredimensionales en personas o circunstancias
• Concéntrate en las cosas que se han logrado hasta ahora para ser conscientes del progreso
• Sé compasivo, de manera individual y con el resto del equipo

Este blog lo cierra la gestión la emoción de la asertividad. Es la capacidad de hacer valer los propios derechos sin dejarse manipular y sin manipular a los demás. Una persona asertiva habla sin miedo, con confianza. Se expresa y busca soluciones con calma y educación. Alguien que no es asertivo guardaría silencio. Esta emoción también está conectada con la autoestima, así que para que los miembros de tu equipo sean asertivos, tú también tienes que ser asertivo con tu equipo y valorarlo, no criticarlo y poner en valor las opiniones de todos.