Líderes
Proyectos que van a tener un impacto directo en la economía y en la sociedad y que pueden ser la palanca para crear una industria digital en Aragón que proyecte el valor que tiene cada uno de los sectores que han marcado el liderazgo de la Comunidad: la agroalimentación, la logística, la industria, y especialmente, la automoción. Esta fue la principal conclusión del informe “Centros de datos. Impacto socioeconómico en Aragón”, elaborado por la Fundación Basilio Paraíso, presentado recientemente en el Espacio Xplora de Ibercaja.
Para ello, el informe ofrece una visión holística que va más allá de los datos macroeconómicos, como destacó el presidente de Ibercaja y patrono de la Fundación Basilio Paraíso, Francisco Serrano Gill de Albornoz. Analiza tanto el impacto de estas infraestructuras en el empleo, el PIB o el retorno fiscal en las administraciones públicas, como los retos que platean en relación con los recursos energéticos e hídricos que demandarán, así como el efecto de la concentración territorial. Pero, sobre todo, el informe “aporta reflexiones al debate público en favor del desarrollo socioeconómico de Aragón, algo que siempre ha apoyado Ibercaja”, añadió Serrano.
Con las inversiones anunciadas en Aragón, la Comunidad se sitúa en tercera posición a nivel europeo como hub de datos, sólo por detrás de Londres y Frankfurt, lo que, como indica el informe, representa una de las mayores concentraciones de inversión tecnológica de Europa en un solo territorio. Esto se debe a las ventajas competitivas que presenta Aragón: ubicación geográfica, acceso a energía renovable, disponibilidad de suelo, clima continental, conectividad y un entorno institucional proactivo.
El estudio desgrana las principales cifras y el impacto que los proyectos anunciados generarán en la economía aragonesa a diez años, teniendo en cuenta dos escenarios: uno de máximos si todos los proyectos se ejecutan al 100%, y otro prudente, basado en las fases aprobadas oficialmente mediante DIGA.
El estudio incluye también el análisis a los retos que plantean estas instalaciones. En cuanto al impacto energético, los 11 centros de datos proyectados hasta ahora demandarían entre 21,3 y 27,9 TWh/año. Cifras importantes, pero asumibles al ser Aragón una potencia exportadora de renovables. Sin embargo, como alerta el informe, hay un cuello de botella en la disponibilidad real de red en el territorio.
En cuanto al impacto hídrico, éste va a depender de la tecnología de refrigeración que se emplee. Podría variar entre los 4,27 y los 4,70 Hm3/año en un escenario de consumo optimista, que podrían subir hasta los 12,8 o os 14,11 Hm3/año en uno pesimista. En cualquier caso, se deberían garantizar el uso de sistemas eficientes por parte de los promotores, con una adecuada planificación territorial y la reutilización del calor residual para reducir el impacto sobre los recursos de agua.
Más allá de las cifras, el estudio avanza las oportunidades de mejora para Aragón, especialmente en conectividad, al carecer de un IXP (Internet Exchange Point) propio, que hace depender de Madrid o Barcelona.
Asimismo, el informe pone el foco en los desequilibrios territoriales que puede desencadenar la concentración de proyectos en el corredor del Ebro, con especial presión tanto en la vivienda como en el mercado laboral, sobre todo durante la etapa de construcción, así como en la competencia elevada por perfiles cualificados.
Según Óscar Lobera, autor del informe, “los centros de datos por sí solos no crean una industria. Por eso hay que trabajar en hacerlos estructuras habilitadoras que ayuden a crear una economía digital en Aragón”. De ahí que el informe no se limite a analizar los datos, sino que plantea una serie de acciones, tanto a corto plazo como estructurales, “que sirvan a administraciones, empresas y a la sociedad para interpretar los cambios que conllevan estas inversiones y lograr que Aragón sea un polo de atracción y desarrollo en un ámbito que parecía reservado a otros”, como declaró Jorge Villarroya, presidente de la Fundación Basilio Paraíso.
La colaboración entre el sector público y el privado es un factor crucial para el éxito de esta iniciativa, como avanzó la vicepresidenta del Gobierno de Aragón, Mar Vaquero, en la clausura del acto. Vaquero enfatizó que el diálogo social que caracteriza a Aragón hace que los sectores tradicionales hayan podido crecer y, sin perder estabilidad, acojan una nueva industria que sea motor de crecimiento.
En cuanto al principal desafío que ahora mismo enfrentan estos proyectos, el energético, Vaquero defendió que seguirán trabajando para lograr una mejor planificación de cara a 2030 porque “la apuesta por la tecnología, por la inteligencia artificial y los centros de datos no solo va a transformar Aragón sino al conjunto de España. Nos permitirá gozar de una soberanía tecnológica”, concluyó.
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