Ley de Empresas Emergentes: en qué consiste y cómo va a impactar

El Gobierno Central aprobó el pasado mes de diciembre el Anteproyecto de Ley de Empresas Emergentes, coloquialmente conocida como “Ley de Startups”, cuya entrada en vigor está prevista para mediados de 2022. Según se informa en la web de Moncloa, esta norma “simplifica los trámites” para la creación de estas nuevas empresas y “establece incentivos para atraer emprendedores y empleados de alta cualificación”.

En el Ecosistema Más Empresa hemos contado con la ayuda de Gerardo Ladrón, del Área Legal de Seico Consultores, quien desgrana en este webinar los detalles de esta reforma y cómo va a impactar a los emprendedores, a los socios y a los administradores de startups.

Objetivos

Tal y como indica Ladrón, los objetivos de la nueva Ley son “atraer talento internacional y frenar la fuga de cerebros; fomentar la creación de nuevas empresas tecnológicas de rápido crecimiento; potenciar la inversión en I+D+i; convertir a España en una referencia a nivel de emprendimiento en toda Europa; facilitar la inversión en startups de reciente creación, así como el camino para conseguir la residencia en España a extranjeros que teletrabajan en el país o que simplemente ofrecen servicios a clientes internacionales”.

Pero ¿qué es una ‘empresa emergente’? Para poder beneficiarse de esta ley, será necesario que tu empresa cumpla los siguientes requisitos:

Ser de nueva creación o que no hayan pasado más de cinco años desde su inscripción en el Registro Mercantil (o más de siete para empresas biotecnológicas, de energía o industriales).
No haber surgido de una operación de fusión, escisión o transformación.
Tener su sede social en España.
Que el 60% de la plantilla tenga contrato laboral en España.
Ser una empresa innovadora.
No distribuir ni haber distribuido dividendos.
No cotizar en un mercado regulado.
Si pertenece a un grupo de empresas definido en el artículo 42 del Código de Comercio, el grupo o cada una de las empresas que lo componen debe cumplir con los requisitos anteriores.

Estas empresas tienen, a su vez, dos límites económicos claros: su facturación no supera los 5 millones de euros y sus fondos propios, los 400.000.

Ventajas fiscales

La nueva Ley contempla que los emprendedores no tengan que darse de alta como autónomos durante tres años si a la vez están contratados como asalariados por otra empresa. En cuanto a los inversores en empresas de nueva creación, se les aplicará una deducción del 50% (también se amplía la base sobre la que puede aplicarse la deducción, de 60.000 a 100.000 euros). La adquisición de acciones deberá haberse practicado en los cinco primeros años desde su constitución y mantenerse entre tres y doce años. Además, se reduce el tipo impositivo en los impuestos de sociedades del 25 al 15% durante cuatro años.

Otras novedades que incluye esta Ley de Startups es la creación de la ‘Autocartera’, una figura que permite repartir el capital social en un 80% para los socios y un 20% entregado a los administradores, empleados y colaboradores; o la posibilidad de hacer públicos los pactos de prestación accesoria. “Cuando constituyes una empresa, al margen de los estatutos, existen pactos privados entre socios que a veces se firman ante notario. Estos pactos, llamados de ‘prestación accesoria’, son pactos parasociales que ahora son susceptibles de publicación y análisis por parte del inversor”, aclara Gerardo Ladrón.

En el webinar, Ladrón repasó otros conceptos como stock options, nómadas digitales o fondos de inversión en el marco de la nueva normativa. Si quieres saber más, ¡dale al play!