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Siete sesiones enfocadas en la colaboración entre empresas para innovar y nueve animales con los que identificarse en cada situación. Así ha sido el itinerario “La selva de la colaboración”, dirigido por Jara Pascual, fundadora y CEO de Collabwith, que se ha ofrecido en el marco del ecosistema Más Empresa de Ibercaja durante esta primavera y cuyos aprendizajes y herramientas estarán ahora disponibles en abierto para todos.
Las sesiones, que tuvieron lugar de forma virtual, se extendieron desde el 19 de abril al 31 de mayo potenciando valiosas conexiones entre los participantes: “No es un taller de formación al uso ya que, al ser talleres interactivos y dinámicos, potencian el intercambio de experiencias, crean comunidad”, expresa Pascual.
“Como profesora, lo más gratificante para mí ha sido conocer todo ese talento que hay escondido en las empresas. Solo hace falta poner un tema sobre la mesa y es ahí donde surgen las dudas, las preguntas, los desafíos…Al final, solamente con la estadística y los números no sabemos lo que está pasando y cómo podemos ayudar a esas empresas. Ibercaja, a través del ecosistema Más Empresa, ha dado una gran oportunidad para conocer al tejido industrial, representado en los participantes de este itinerario, y las inquietudes y necesidades que tiene”, añade.
Las siete sesiones de que consta el itinerario han estado centradas en siete temáticas diferenciadas sobre elementos necesarios para colaborar.
Al final de cada sesión siempre se planteaba este par de cuestiones: ¿Qué hemos aprendido hoy? y ¿qué reto tenemos para esta semana? Cada uno de los asistentes abordaba el reto que más se ajustaba a sus necesidades. Por ejemplo: la tener claro el objetivo de la colaboración, la importancia de conseguir el respaldo de Dirección para hacer un trabajo con un competidor, la confianza para colaborar, ir poco a poco, reducir el riesgo… Cada sesión, además, iba acompañada de su propio canvas.
En el workshop 1, ‘Colaboración para la innovación’, se abordó “la senda de la colaboración” paso a paso, cómo avanzar de una fase a la siguiente, desde hacer networking con terceros y establecer una conversación hasta iniciar negociaciones, determinar un contrato legal y otros requerimientos administrativos, etc. “Visualizar ese camino fue realmente clarificador para ellos”, afirma Pascual. También tuvieron un primer contacto con el “cuadro de la colaboración”, un canvas para ordenar el trabajo de forma óptima.
El workshop 2, centrado en ‘Colaboración con competidores’, les llamó especialmente la atención: “Nadie en el grupo, salvo una persona, lo había probado. Es difícil de llevar a cabo, pero ahí se demuestra lo importante que es de cambiar la mentalidad”, cuenta.
El workshop 3 trató el tema de los ‘Equipos de alto rendimiento’. En este taller fue fundamental entender la diferencia entre equipo de trabajo y grupo de trabajo. Crear equipo también es complejo y en el rendimiento de ese proceso influyen las emociones. No es un mero aprendizaje individual; depende del grupo y es fundamental que haya respeto, que se puedan expresar las opiniones libremente, saber escuchar, saber gestionar la frustración, que haya motivación, resiliencia… “El resultado dependerá de todos los implicados, que deben de tener la mentalidad de que juntos están haciendo el producto o servicio mejor”, señala Jara.
El workshop 4 tocó la ‘Colaboración con startups’, con las que en ocasiones parecen existir ciertas reticencias a colaborar “por miedo a no tener una solución duradera”, explica. No obstante, en la sesión los participantes conocieron la complejidad que acarrea el emprendimiento y cómo, dentro de la propia empresa, pueden existir también proyectos de intraemprendimiento. Muchas veces las ideas de las startups pueden adoptarse y adaptarse a nuestras empresas, permitiendo optimizar costes y haciéndolo de la forma más efectiva posible.
El workshop 5 se dedicó a la ‘Colaboración con académicos e investigadores’. Esta sesión fue especialmente peliaguda, ya que algunos de los asistentes habían tenido malas experiencias previamente: “Les sirvió para ponerse en los zapatos de los investigadores y los profesores de Universidad. La colaboración es algo muy emocional, pero tienen que hacer por entenderse: la Universidad tiene que entender a la industria y la industria a la Universidad, para que se produzca una transferencia real de conocimiento”, destaca Pascual.
En la última sesión, el workshop 6, se habló de ‘Cómo gestionar conflictos dentro de equipos y consorcios’. Para resolver crisis es muy importante tener en cuenta la inteligencia emocional, transversal a toda colaboración. Tal y como cuenta Jara: “Los participantes no sabían que las emociones eran tan importantes y que afectaban tanto a todos los niveles en los que estamos trabajando. Pensaban que era cosa de psicólogos y se han dado cuenta de que influyen en el rendimiento de una colaboración, en cómo trabajamos como equipo, en cómo trabajamos con competidores, con startups, etc.”.
En cada taller, Jara presentaba diferentes animales y hablaba de sus características relacionadas con la colaboración. Lanzaba una serie de preguntas y cada persona se identificaba con un animal que le ayudaría a superar el reto de la semana.
¿Qué aporta cada animal? El tigre, fortaleza y agilidad. El lobo, trabajo en equipo, liderazgo y capacidad de comunicación. El cóndor, una perspectiva amplia y clara y asertividad. El colibrí disfruta del viaje y siempre va a los lugares más bonitos con una sonrisa. La gacela es veloz y tiene un alto rendimiento prolongado en el tiempo. El elefante es sabio, servicial con los demás, íntegro y leal a su propósito, sus valores y su equipo. La rana limpia los espacios y los pensamientos y te ayuda a cambiar cuando es necesario. El león representa la fuerza mental, la inteligencia, la valentía, el talento y la calma, pase lo que pase. Y la estrella de mar tiene la fuerza de la recuperación, es empática, adaptable y flexible y está atenta a las nuevas oportunidades que aparecen.
“La fase inicial de la colaboración es lo más complicado: encajar el cuándo se necesita exactamente, cómo, con quién y para qué, de modo que aporte un valor añadido real”, comenta Jara. La gamificación de este itinerario ha ayudado a sumergirse en la colaboración de una forma más divertida y dinámica, con retos semanales y una apuesta clara por potenciar las relaciones y el trabajo colaborativo entre distintos actores.
Desde ecosistema Más Empresa hemos querido conocer cómo valoran los asistentes este itinerario formativo. Y estas han sido algunas de sus respuestas:
"Un recorrido completo y detallado sobre diferentes escenarios donde poner en juego un valor compartido esencial hoy en las organizaciones como es la colaboración. Además, hemos aprendido también las características que deben cultivar las personas para hacer dicha colaboración más efectiva. La conexión con los rasgos más importantes de la inteligencia emocional ha resultado interesantísima, demostrando que el factor humano y las relaciones interpersonales apreciativas son las claves para lograr un óptimo desarrollo organizacional. Ha sido una gran experiencia de aprendizaje y conducción de las sesiones por parte de Jara Pascual, enormemente satisfactorias", señala Miguel Cañas, socio director de Agendum Solutions.
“Me ha encantado ‘La selva de la colaboración’. Jara ha sabido condensar, estructurar y materializar en sencillas tablas la esencia de las necesidades para facilitar la colaboración, tanto desde el plano técnico como desde el humano. Cada tabla es un sencillo mapa a seguir para conseguir un determinado fin. También me parece acertado y potente el trabajo con arquetipos, que presenta a través de distintos animales. Mi agradecimiento a Jara y a Más Empresa”, añade José Luis Celemín, director de Consultoría y Evolución Empresarial S.L.
Y, por último, como cierre al itinerario, agrega Jara: “En la innovación, solo no llegas a ninguna parte; la innovación es transformación y cuando se transforma el mercado necesitas el ecosistema para colaborar. Sin duda, el futuro es un ecosistema colaborativo”.