Los datos económicos se siguen viendo afectados, entre ellos el PIB. Si en el primer trimestre el PIB se vio incrementado temporalmente en la Zona Euro por el adelanto de exportaciones a Estados Unidos, en el segundo sucedió lo contrario. Como contrapartida, en Estados Unidos se pasó de una contribución muy negativa de la demanda externa en el inicio del año por el aumento de las importaciones a una fuerte aportación positiva en el segundo.
Más allá de estas distorsiones, si atendemos al consumo y la inversión, la economía de Estados Unidos parece perder algo de vigor en los últimos meses, en particular en el mercado laboral. El empleo se ha frenado y se está creciendo por debajo del 1%. Esto ha incrementado las expectativas de bajada del tipo de intervención por parte de la Reserva Federal, que se mantiene en el 4,5% desde diciembre del año pasado y que probablemente baje en la reunión del próximo 17 de septiembre.
La autoridad monetaria tiene no obstante un papel difícil, ya que los precios continúan creciendo por encima de sus objetivos a pesar de que todavía no recogen la mayor parte del efecto de las subidas arancelarias.
En la Zona Euro los datos no han sido particularmente favorables al no tener continuidad la mejora del consumo privado y la inversión de los trimestres anteriores, sobre todo en Alemania. La economía está bastante débil, con crecimiento negativo. Sin embargo, las expectativas de incremento del gasto público ofrecen perspectivas algo más favorables para los próximos trimestres, con una inyección de dinero para invertir en defensa y en infraestructuras.
En cuanto a otros países cabe destacar que Francia continúa aquejada de inestabilidad política, ya que va por su quinto gobierno en apenas dos años. Esto, unido a unas cuentas públicas bastante desajustadas, ha llevado su prima de riesgo a estar más cerca de la italiana (80 p.b.) que de la española (60 p.b.). En este contexto se espera una relativa estabilidad en los tipos de interés a corto plazo tras las caídas recientes.
La economía española sigue destacando en la Zona Euro, ya que si hablamos de datos trimestrales de PIB encontramos un 0,7% en el segundo trimestre frente a 0,1% en la Zona Euro, y un porcentaje interanual del 2,8 frente a 1,5%. Son datos muy positivos, aunque van ligados a un aumento poblacional que está siendo mucho más fuerte que en el resto de Europa.
El empleo crece todavía por encima del 2% y el tema estrella en nuestro país continúa siendo el mercado inmobiliario, con una situación que no ha cambiado en los últimos meses: sigue mostrando un fuerte vigor de la demanda no satisfecho por el aumento de la oferta, de forma que los precios de la vivienda volvieron a crecer a tasas de dos dígitos en el segundo trimestre.
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