En la era del 5G las máquinas sustituyen a las personas en trabajos complejos, facilitan y aceleran tareas que antes requerían más tiempo y digitalizan procesos para hacerlos más eficientes. En el plazo de poco más de 40 años, desde 1979, el paso del 1G al 5G ha supuesto una revolución en el traspaso y envío de datos sin precedentes. Las infraestructuras de telecomunicación se han hecho cada vez más sofisticadas al mismo ritmo que avanzaba y evolucionaba la tecnología, que ha transformado nuestra forma de vida.
Sobre el 5G versa esta vídeo-píldora ofrecida por el founding partner & managing director de Opinno, Tommaso Canonici. La consultora de innovación se ha unido al departamento de Banca de Empresas de Ibercaja para lanzar este formato de contenido en el marco del ecosistema Más Empresa de Ibercaja, que progresivamente se está publicando en el apartado de ‘Actualidad’ de la web de Más Empresa durante este mes de agosto.
El 5G es la última generación de tecnología de comunicaciones inalámbrica. Permite aumentar la velocidad a la que los dispositivos de comunicaciones envían información. La aparición del 1G en 1979 permitió efectuar llamadas de audio. A principios de los 90, el 2G abrió la veda a un nuevo servicio: los SMS. Posteriormente, el 3G y el 3,5G provocó la expansión masiva de internet y del mercado de las aplicaciones móviles. El 4G y el 4G LTE (2008-2009) trajo el streaming a nuestros teléfonos móviles y el 5G está permitiendo, en estos momentos, reducir los tiempos de espera y aumentar el número de conexiones simultáneas entre dispositivos.
La conectividad se ha convertido por ello en una de las tendencias tecnológicas en boga en el panorama actual y marcará el devenir de los negocios. “Las empresas buscan aumentar al máximo la automatización de sus actividades y las experiencias digitales de sus clientes. En este sentido, un despliegue masivo y acelerado de la red 5G da respuesta a necesidades y demandas crecientes de hacer la conectividad realmente accesible”, señala Canonici.
Por el momento, el 5G aporta grandes ventajas en lo que a velocidad de transmisión se refiere: desde que se envía una señal hasta que llega a su destino pasan solamente 5 milisegundos, esto es, cuatro veces menos que con el 4G. Los servicios de 5G están disponibles de forma oficial en 19 países del mundo, pero se sigue trabajando en la reducción energética que supone su uso. Si bien con el 4G se logró controlar el consumo de energía, la tecnología 5G todavía es incipiente y no ha optimizado este proceso, requiriendo mucha potencia energética para funcionar.
Son diversos los sectores que se están aprovechando del 5G, como el de la salud (apps y wereables para controlar el estado físico de una persona, seguimiento de tratamientos, operaciones con brazos robóticos, etc.); la logística (gestiones más rápidas que resuelven problemas de saturación y retrasos y aceleran la distribución de pedidos); la minería (sustitución de humanos por máquinas en tareas peligrosas), o las smart cities (vehículos autónomos).