Transformación
Los factores psicosociales se definen, según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) como aquellas condiciones presentes en una situación laboral directamente relacionadas con la organización del trabajo y su entorno social, con el contenido de trabajo y la realización de la tarea y que se presentan con capacidad para afectar el desarrollo del trabajo y la salud (física, psíquica o social) del trabajador.
El paradigma de la prevención ha cambiado y las situaciones de riesgo no son solo los accidentes o las enfermedades profesionales, reflexionó Pablo Domínguez, asociado del área Laboral de Cuatrecasas, sino que los factores psicosociales están cada vez más presentes.
Este cambio de paradigma se refleja en la estrategia española de prevención de riesgos laborales, que entiende la salud laboral como algo integral que incluye tanto el cuidado y la prevención de riesgos físicos como mentales. Carmen Mombiela, técnico del Instituto Aragonés de Seguridad y Salud Laboral (ISSLA) del Gobierno de Aragón y presidenta del grupo de riesgos psicosociales de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, puso el foco en el factor organizacional, que implica la responsabilidad de todo el equipo, no sólo del trabajador. “Los riesgos relativos a una determinada actividad, puesto de trabajo o entorno laboral deben de estar identificados para poder establecer medidas preventivas o, de lo contrario, el trabajador está desprotegido y la empresa también”.
Los participantes en el panel analizaron también los nuevos riesgos psicosociales derivados del uso de la tecnología y cómo nuevas aplicaciones, como la inteligencia artificial, pueden conllevar cambios de roles con un impacto psicosocial sobre el que hay que prestar atención.
El teletrabajo, para Rubén Doctor, socio del área Laboral de Cuatrecasas, es un tema que en el que las empresas tienen que trabajar porque puede desencadenar situaciones de riesgo. “La desconexión digital sigue siendo la asignatura pendiente. Sabemos que es necesaria. El uso de internet, el chequeo constante de los correos electrónicos, el uso de las redes sociales forma parte de nuestro día a día en el trabajo, por eso se necesitan establecer nuevos protocolos ante este reto”, abogó.
Los ponentes manifestaron la importancia de la perspectiva de género a la hora de abordar la prevención y el análisis de los riesgos psicosociales. Para Carmen Mombiela, “si hay diferencias antropométricas entre hombres y mujeres, también las hay psicosociales, porque no percibe igual el hombre que la mujer. Por eso, el análisis de todos los datos desde la diferencia de género es fundamental y ayuda a la prevención”. Mombiela explicó que en la red interterritorial ya se trabaja también en el análisis de la transición digital y generacional.
Yolanda Fernando, responsable del Departamento de Psicosociología de MAS Prevención, puntualizó que la confidencialidad “está por encima de todo, y esto hay que transmitirlo a la plantilla para que participen con garantías”. De hecho, explicó que en según qué puestos, donde puede ser más fácil la identificación, aunque se introduce la variable de género los resultados no siempre se cruzan.
Otro tema que se trató en profundidad fue el del acoso y los conflictos en el ámbito laboral. Rosario Gámez, jefa de Salud y Relaciones Laborales de Ibercaja, explicó que la entidad cuenta con un protocolo de acoso general desde 2019, con el que se ha trabajado en campañas de concienciación con los empleados para que conozcan las conductas que contempla, qué medidas tomar y qué protocolo seguir. “Éste es dinámico y va cambiando con la sociedad y sus requerimientos. Se ha incluido, por ejemplo, la violencia en el trabajo, o medidas establecidas en el plan de igualdad”. Gámez expuso también la metodología que se utiliza en Ibercaja para hacer una evaluación continua de los riesgos. “El comité de seguridad evalúa los factores que no están ajustados, porque se han quedado obsoletos o van dirigidos a sectores que no nos afectan. Ponemos el foco en lo que demandan los empleados, tanto cuantitativa como cualitativamente, de cara a la evaluación de los riesgos psicosociales para ver la opinión que tienen al respecto”.
Respecto a la resolución de denuncias internas, Yolanda Fernando aclaró que la mayor parte sobre las que tienen que trabajar son conflictos y destacó la necesidad de formación de los mandos intermedios en la prevención y resolución de éstos. “Sería aconsejable que tuvieran una formación mínima para poder gestionar estas situaciones del día a día. Esta capacidad no se mira en los currículums y debería, porque en algunos casos, estos conflictos derivan en bajas laborales de larga duración”.
La formación en materia de prevención psicosocial es cada vez más demandada por las empresas, como pusieron de manifiesto los miembros del panel. Como indicó Yolanda Fernando, “desde el servicio de prevención, acompañamos a las organizaciones durante el proceso, les ayudamos a constituir un grupo de trabajo y elaboramos el informe. A partir de ahí, lo resumimos para que sea algo útil, señalando los puntos fuertes y los que hay que mejorar, lo que es más urgente y cómo debe de hacerse”. Fernando puntualizó que el desarrollo de estas medidas no es unilateral, sino que son recomendaciones que no implican una obligatoriedad en la implantación pero que no son efectivas si no hay una supervisión y actualización constante.