La automatización en logística, más allá de la eficiencia

ALIA, el clúster logístico de Aragón, celebró en el Espacio Xplora de Ibercaja el foro “Inteligencia artificial y la automoción: Impulsando la eficiencia en la cadena logística”, que reunió a empresas logísticas y tecnológicas que trabajan en el desarrollo de soluciones digitales disruptivas para el sector. 

“En Ibercaja apostamos por ofrecer espacios y foros que impulsen la transformación digital del tejido empresarial aragonés, especialmente en sectores clave como la logística, donde la innovación marca la diferencia en competitividad y sostenibilidad” afirma Teresa Fernández, directora de Empresas de Ibercaja.

En el actual contexto geopolítico, con nuevos aranceles a vehículos ligeros y componentes por parte de Estados Unidos, el sector trabaja en el impulso de medidas que consoliden su competitividad. La innovación es una de ellas y la aplicación de sistemas de digitalización y robotización está mejorando no solo la eficiencia de los procesos, sino que garantiza un servicio más ágil, seguro y fiable para el cliente.

Así lo manifestaron los ponentes del foro, en el que no sólo se trató de tecnología, sino que se habló también del componente humano y de cómo la modernización del sector repercute en las plantillas.

Almacenes automatizados y flexibles

La mesa redonda “El futuro de los almacenes inteligentes: IA, automatización y eficiencia” reunió a Alfonso Mata, CEO de Scati, Jorge Álvarez, CEO en Moontech, y a Fernando Pes, director comercial en Alerce. Desde diferentes perspectivas, los tres coincidieron en la importancia del factor humano en la implementación de tecnologías disruptivas, señalando, en primer lugar, la importancia de involucrar a la plantilla en el proceso de integración. Como señaló Alfonso Mata, “es la manera de que los empleados entiendan las mejoras que aporta la tecnología y no la vean como un impedimento o una amenaza”. Los procesos se agilizan y, por lo tanto, se gana en eficiencia, pero también en seguridad laboral. 

Por otra parte, para que la incorporación de una nueva tecnología resulte positiva, los participantes incidieron en la necesidad de que el cambio se realice de forma coordinada entre los departamentos de gestión y los técnicos. “Es importante, primero, decidir qué parte del proceso se quiere implementar tecnológicamente y para qué, cuál es el objetivo que se busca. A partir de ahí, se decide cuál es la tecnología más adecuada”, añadió Jorge Álvarez. 

También coincidieron en que, en algunas ocasiones, la incorporación de la tecnología responde a un cambio generacional, en el que “personal con experiencia que aportaba valor se está jubilando y las empresas no encuentran los perfiles adecuados para sustituirlos, así que buscan que la tecnología supla ese know-how a través de la automatización”, explicó Pes, y añadió que la tecnología contribuye a ajustar la planificación ante imprevistos, “ya sea porque alguien no ha acudido a trabajar, porque hay una interrupción en los flujos de recursos, o por cualquier otra incidencia”. 

Mejora de la trazabilidad

Los participantes en el foro expusieron las diferentes tecnologías y sistemas que se están aplicando a la logística. Desde hardware para sensorizar y tener inputs que procesar con machine learning, automatización, inteligencia artificial o cámaras térmicas que controlan el estado de las máquinas. Todos estos avances permiten una mejor planificación de los recursos, predicción operativa, trazabilidad de envíos, y prevención de robos y fallos entre otros beneficios. En definitiva, mejoras que, independientemente del valor de las mercancías, revierten en un mejor servicio al cliente y protegen la reputación de la empresa. 

Asesoría y colaboración

Gracias a los avances de los últimos años, la tecnología se ha democratizado y puede ser implementada en empresas de tamaño mediano, erradicando la idea de que son demasiado costosas y solo pueden permitírselas grandes corporaciones. 

Juan Manuel Párbole, DSI Technical Infrastructure en Logista Parcel, José Pascual Guiu, CIO en CEFA, y Enrique Juan, director de seguridad de Nacex, explicaron los casos de éxito que aplican en sus empresas y recomendaron buscar la colaboración y la asesoría de expertos que guíen en la implementación de innovaciones tecnológicas. 

José Pascual Guiu animó a perder el miedo al fracaso. “Hay que innovar y eso pasa por fracasar. No todo proyecto tiene que acabar como lo planteas al principio; todos tienen un componente de fracaso que nos permite adaptarlos para lograr el éxito, sacar un aprendizaje del fracaso”. En ese proceso de prueba y error, Juan Manuel Párbole concluyó que “la innovación no tiene que notarse, pero tiene que aportar valor añadido, lo que se consigue con una buena experiencia de usuario que al final es el que determina si una implementación tecnológica tiene éxito o no”.