Una tablilla del periodo babilónico datada del año 1900 a.C. contiene el primer chiste escrito de la historia. El grupo de especialistas de la Universidad de Wolverhampton que lo descubrió encontró más muestras de humor escrito en el antiguo Egipto, la Grecia antigua y el Imperio romano. Desde entonces, los chistes y las bromas han acompañado al ser humano. Aunque, si antes aparecían en tablillas o papiros, ahora lo hacen de forma digital, colándose en la pantalla de nuestros móviles y ordenadores.
El humor como estrategia de marketing
Las redes sociales han sabido sacarle partido a esta digitalización del humor con la aparición de los vídeos cortos, los memes o los stickers. De hecho, los contenidos humorísticos son los preferidos por los usuarios de Instagram, según Statista. Sin embargo, el atractivo del humor no radica solo en hacer reír. La Annenberg School for Communication de la Universidad de Pensilvania reveló en un estudio que el cerebro retiene con mayor facilidad las noticias contadas con humor que las que adoptan un tono más serio.
En este contexto, son muchas las empresas que han encontrado en el contenido humorístico un nicho para desarrollar sus campañas publicitarias. De hecho, algunos equipos lo han convertido en un elemento clave de su estrategia de marketing. Marcas como Lidl, Netflix o Mixta destacan por haber empleado esta táctica.
El humor absurdo de Mixta
El lanzamiento de la cerveza Mixta en 2005 llegó de la mano de una de las estrategias de marketing basadas en humor más populares en España. La marca optó por el absurdo (como el anuncio en el que salía un cerdo volando) que, en muchos casos, conseguía el efecto del earworm ―cuando una canción pegadiza aparece en la mente de forma recurrente (en el caso de la canción sobre los chalecos que vienen de Chalecoslovaquia)―. La compañía optó por un estilo cómico e informal que la audiencia sigue recordando a pesar del paso de los años.
Los juegos de palabras de Lidl
La cadena de supermercados alemana optó por utilizar las redes sociales para su campaña de marketing. En este caso, Lidl eligió Twitter para compartir juegos de palabras que han llegado a viralizarse (como anunciar kiwis diciendo “kiwinos están”). Dado su éxito, la marca ha continuado con esta estrategia, rescatando algunos de sus tuits antiguos y actualizándolos, así como produciendo nuevos contenidos que siguen la misma línea (publicitando marisco en las Navidades de 2023 con “moluscomo a pares”).
Los dobles sentidos de Netflix
Si por algo se caracteriza la plataforma de streaming, es por la controversia de sus campañas publicitarias. Netflix ha optado por una estrategia impactante, basada en el humor, pero no siempre al gusto de todos. Las pancartas desplegadas en el centro de ciudades como Madrid se han convertido en un clásico de la compañía, desde desear una blanca Navidad para anunciar la serie de Narcos en la Puerta del Sol hasta su “hemos durado poco” en la campaña de Sex Education.
Consejos para tirar del humor en nuestra estrategia de marketing
Como hemos visto en el caso de Netflix, el humor es muy personal y lo que resulta gracioso para una persona puede no serlo para otra. Las empresas deben tener esto en cuenta cuando se plantean lanzar una campaña publicitaria con contenido humorístico. Para evitar situaciones de ese tipo, Forbes Communications Council recomienda tener en cuenta cuatro aspectos:
- Asegurarnos de que tenemos sentido del humor. Aunque parezca obvio, es clave para que la estrategia sea efectiva. Cuando el humor sale de manera forzada, el chiste o la broma pierde la gracia. Por ello, es esencial que nos rodeemos de un equipo para el que la comedia sea algo natural y esté integrada en su personalidad.
- Mantenernos fieles a nuestra marca empresarial. Hay ocasiones en las que el humor no es congruente con la esencia de la marca a la que representamos. Un anuncio cómico, por ejemplo, no sería lo más indicado para un bufete de abogados. Es fundamental que analicemos qué transmite nuestra empresa y si es compatible con contenidos cómicos.
- No olvidarnos de nuestra audiencia. Nuestro objetivo es conectar con ella, por lo que es importante que la conozcamos y que nos centremos en lo que le puede hacer reír. Las bromas que pueda considerar de mal gusto o las bromas internas que no capte no harán más que perjudicarnos como empresa. Para comprobar el éxito o el fracaso de nuestra estrategia de marketing basada en humor podemos pedirle feedback a nuestros seguidores.
- Acordarnos de la multicanalidad. La gente se informa por distintos canales: radio, televisión, internet, redes sociales… Por eso es fundamental que creemos múltiples versiones de un mismo contenido publicitario adaptado a cada uno de esos canales. Un vídeo formal puede ser lo correcto para LinkedIn, pero las tomas falsas de ese vídeo pueden ser recicladas con humor para redes como Instagram o TikTok.
Ventajas de las estrategias de marketing con humor
Aunque su objetivo es hacer reír, es cierto que el humor entraña sus riesgos cuando se pone al servicio de una empresa. Sin embargo, si lo utilizamos siguiendo los consejos anteriores, ofrece numerosas ventajas. Entre ellas podemos destacar que:
- Aumenta la variedad de público. El humor favorece que los mensajes llamen la atención de una mayor cantidad de gente, permitiendo crear una base de clientes heterogénea.
- Impulsa nuestra viralidad. Los contenidos humorísticos se comparten más en redes, por lo que una campaña de marketing de este tipo tiene más posibilidades de viralizarse.
- Fomenta que nuestra marca sea más cercana. Los mensajes con toques cómicos humanizan nuestra marca y le dan una personalidad basada en el tipo de humor.
Es evidente que una campaña de marketing basada en el humor no es la única clave para dar a conocer nuestro negocio. Sin embargo, hacer reír sí que puede impulsar nuestra popularidad entre nuestros clientes potenciales.