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Fecha de publicación 01 junio 2021

“Hasta que tus hipótesis no sean certezas, no empieces a construir tu producto o servicio”

“Hasta que tus hipótesis no sean certezas, no empieces a construir tu producto o servicio”

Todo proceso de creación de una startup comporta riesgos, dudas, oportunidades y retos. Para iniciar el camino del emprendimiento es fundamental tener conocimiento previo del mercado, saber a quién nos dirigimos y validar nuestro producto o servicio a fin de ajustarlo a las necesidades reales de los clientes. La metodología Lean Startup puede ayudarnos a transitar por este camino, consiguiendo que optimicemos los tiempos y recursos invertidos y seamos capaces de lanzar nuestro negocio.

Lean Startup podría definirse como aquel marco de trabajo compuesto por una serie de herramientas y técnicas variadas que permiten a los emprendedores validar su proyecto en un entorno real de forma ágil, poniendo el foco de atención en el cliente y en los problemas que este tiene.

Este marco de trabajo se subdivide en tres fases, tal y como enumera Fernando Milla, consultor en innovación y desarrollo de negocio de Estrategia Lean:

  1. Identificar quién es tu cliente, cuál es su problema, cómo lo siente y cómo actualmente intenta resolverlo.
  2. Validar tu proyecto interaccionando con el cliente.
  3. Realizar este proceso de la forma más rápida y eficiente posible.

Milla es el experto encargado de impartir la primera sesión del bootcamp de ‘Atrévete a saltar’, el programa de acompañamiento y aceleración de proyectos e ideas emprendedoras en fase inicial impulsado desde Ecosistema Más Empresa y financiado por Ibercaja Emprende. Con esta iniciativa, se busca trabajar mano a mano con 15 proyectos que se encuentren en fase de validación problema-solución para que puedan desarrollar todas las competencias y habilidades necesarias para poner en marcha su proyecto y lanzarse al mercado con una propuesta de valor.

Pasar de hipótesis a certezas

En esta primera sesión, se proporcionarán las bases teóricas de Lean Startup; seguidamente, se mostrarán ejemplos de cómo algunas empresas han implementado este proceso y se terminará con un reto en el que los equipos deberán resolver por sí mismos un caso real.

Milla insiste en la importancia de la validación en el lanzamiento de una startup: <<Todo lo que el emprendedor tiene trabajado son suposiciones basadas en el “creo que”. A partir de la validación, aseguramos que esas hipótesis son verdaderas, convertimos los “creo que” en “sé que” a través de la interacción con los clientes y aprendiendo de lo que nos dicen. Una vez hemos preguntado a muchos de nuestros potenciales clientes, podemos armar nuestras estrategias clave”.

Existen numerosas herramientas de software que pueden ser útiles para obtener feedback de los clientes: entrevistas, encuestas, landing pages, prototipos de aplicaciones, etc. Una vez recibidas las aportaciones, nuestro prototipo de producto o servicio debería readaptarse incorporando modificaciones y desechando aquello que no es necesario.

El proceso de validación debería ser lo más ágil posible, para poder resolverse en pocos días sin que esto suponga un desgaste de recursos. “Y solo una vez tengamos ya esta base sólida, el semáforo está en verde y podemos comenzar a producir. Pero hasta que tus hipótesis no sean certezas, no comiences a gastar tu dinero construyendo productos y servicios que luego puede que la gente no necesite, ni te lances al vacío”, concluye el experto.

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