Tras la pandemia de COVID-19, empezó a popularizarse el concepto de "la gran renuncia" para referirse a un enorme número de personas que dejaba su empleo sin otro a la vista, especialmente en el mundo estadounidense. España no ha sido ajena a este fenómeno: en 2022, más de 70.000 personas dimitieron a pesar de la crisis de los precios y los efectos de la guerra, según Business Insider.
La fuga de trabajadores puede tener muchas explicaciones, como el hartazgo laboral o el cambio de prioridades. Entonces, ¿Qué pueden hacer las empresas para retener talento? Hay un factor primordial: la formación de los empleados.
Los datos demuestran que desarrollar las habilidades de los trabajadores es clave para construir una buena cultura empresarial. El 86 % de los gerentes de Recursos Humanos creen que la capacitación ayuda a la retención y el 83 % la valoran como un elemento fundamental para el reclutamiento, según un reciente informe SHRM Research. Sin embargo, no son los únicos beneficios. Hay muchos más, tal y como recopila el Instituto Europeo de Formación (IEF), de los cuales destacan los siguientes:
- Aumenta la productividad.
- Garantiza la evolución de la empresa en entornos en constante cambio.
- Favorece la creación de vínculos entre miembros.
- Disminuye la desmotivación laboral.
- Minimiza el tiempo de supervisión de las tareas.
Un aspecto a tener en cuenta es la creciente importancia de la formación online. A través de herramientas digitales se puede personalizar la experiencia y establecer rutas de aprendizajes adaptadas a cada profesional. Existen numerosas plataformas con cursos profesionales online, pero algunas de las más famosas son LinkedIn Learning, Udemy o Crehana.
Diferencias entre upskilling y reskilling
La formación de los empleados y el aprendizaje permanente es uno de los principales aspectos para la sostenibilidad de la empresa. Además, está muy relacionada con un sistema de trabajo muy popular en los últimos años: el basado en las metodologías ágiles. Este sistema está cambiando los procesos de grandes compañías tecnológicas, como Google o Microsoft, y consiste en adaptar la forma de trabajo a las condiciones del proyecto. Es la cultura del aprendizaje continuo.
Aun así, también debemos tener claro qué faceta queremos reforzar según las necesidades de nuestro negocio. Los conceptos upskilling y reskilling cada vez son más populares. Pero ¿qué significan?
Upskilling se refiere a reforzar las habilidades que el trabajador ya tiene o que necesita mejorar para su puesto. De esta forma, los empleados pueden perfeccionar sus competencias o actualizarse a las demandadas por el mercado, algo especialmente relevante cuando se utilizan herramientas digitales en constante cambio. Además, si necesitamos cubrir una vacante de mayor categoría, es preferible apostar por la formación de la plantilla para potenciar la promoción interna antes que por la contratación de otra persona. Con ello se fomenta el sentimiento de pertenencia y la perspectiva de crecimiento en la compañía.
Reskilling, en cambio, es la capacitación de un profesional para otro puesto de trabajo en la compañía con tareas diferenciadas. Suele ser habitual cuando necesitamos cubrir una vacante y no encontramos candidatos, pero vemos que un perfil podría ajustarse a ella tras recibir una formación. Es importante comprobar que el empleado está conforme con el cambio y lo contempla como una oportunidad para desarrollarse en la organización, o de lo contrario podría generar una sensación incómoda de rotación.
La época de "la gran reflexión"
El fenómeno social de "la gran renuncia" no solo se refiere a una oleada de personas que dejan su puesto. Es también una "gran reflexión" sobre lo que significa el trabajo y cómo se relaciona con la vida. "Las personas buscan reconocimiento, oportunidades de crecimiento y sentir que se las valora, se confía en ellas y se les cede capacidad", explica en un artículo Chris Howard, director de Investigación de la consultora Gartner. Se trata de convertir el empleo en una propuesta de valor donde todos salgan beneficiados, tanto empleados como empresas
El 54 % de los profesionales españoles afirma sentirse desmotivado en su trabajo actual, tal y como apunta la empresa británica Hays en un informe. Aunque el salario sigue siendo un aspecto fundamental, especialmente en tiempos de incertidumbre, los empleados también buscan una propuesta laboral más humana que contribuya a mejorar su calidad de vida. Este conjunto de beneficios no económicos es lo que se conoce como salario emocional.
De hecho, la salud mental en la empresa es uno de los temas abordados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cada año se pierden 12.000 millones de días de trabajo debido a la depresión y la ansiedad, según afirma la organización en un comunicado. Por eso, la era en la que se prestaban servicios exclusivamente a cambio de una retribución ya ha pasado a la historia. Ahora se tienen en cuenta otros beneficios asociados y a ello puede ayudar la formación de empleados. Con esto no solo conseguiremos convertirnos en una compañía rentable, sino una en la que además apetece trabajar.
10 mayo 2023
