Líderes

Fecha de publicación 07 mayo 2025

Estrategias empresariales y planes de contingencia frente a la inestabilidad geopolítica

Estrategias empresariales y planes de contingencia frente a la inestabilidad geopolítica

La inestabilidad geopolítica actual impacta en las empresas y en sus estrategias de desarrollo y crecimiento. El artículo ‘Navegando en la tormenta geopolítica actual’ del catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Laínez, examina cuáles son las áreas empresariales en las que la actual coyuntura política y económica mundial tienen un impacto y plantea estrategias para transformar las amenazas en ventajas competitivas. 

La incorporación de la inteligencia geopolítica en el análisis, la toma de decisiones y la elaboración de planes de contingencia puede ser una ventaja competitiva para las empresas en el escenario actual, según José Antonio Laínez, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Zaragoza. En su artículo ‘Navegando en la tormenta geopolítica actual. Estrategias empresariales de adaptación y planes de contingencia’, publicado en el número 84 de la Revista Economía Aragonesa que edita Ibercaja, Laínez analiza las estrategias empresariales que pueden ponerse en marcha para hacer frente a los cambios geoestratégicos actuales. Resumimos en este blog el contenido del artículo.

Adaptación y resiliencia en un entorno fragmentado

La reconfiguración geopolítica está transformando profundamente la forma en que las empresas deben operar y establecer sus estrategias empresariales. En concreto, hay cinco áreas clave donde estos impactos son especialmente notables: cadenas de suministro, estrategias comerciales, financiación, inversiones y gestión del talento.

  • Transformación de cadenas de suministro y procesos de compra

La vulnerabilidad de las cadenas de suministro globales ha quedado expuesta ante conflictos internacionales, sanciones y políticas proteccionistas. En respuesta, las empresas priorizan ahora la resiliencia y la seguridad sobre la eficiencia y el bajo coste. Se observan diferentes mecanismos para encarar las disrupciones en el acceso a materias primas y componentes esenciales: por un lado, la regionalización de las cadenas de valor en torno a los tres grandes ecosistemas económicos (América, Europa-EMEA y Asia-Pacífico); por otro, las alianzas con proveedores situados en países aliados o cercanos geográficamente (friend-shoring y near-shoring);  además, se incrementa el uso de tecnología para una mejor comprensión del comportamiento de la cadena de suministro y se diversifican proveedores para evitar dependencias que pueden ser críticas en un determinado momento.

  • Impacto en ventas y estrategias comerciales

Tanto los aranceles, que alteran la competitividad de las empresas y el flujo comercial entre regiones, como el nacionalismo económico y la preferencia por lo local están obligando a las empresas a adaptar sus patrones de marketing y venta, así como sus estrategias de posicionamiento.

Ante este nuevo panorama, las compañías llevan a cabo diferentes tácticas: desde ofertas específicas para cada bloque geopolítico, a la diversificación de los mercados, la adaptación de la comunicación a sentimientos nacionalistas sin perder sus valores, el fortalecimiento de alianzas con actores locales o el impulso del comercio electrónico.  

  • Financiación empresarial en un sistema financiero fragmentado

El sector financiero está experimentando una importante transformación y fragmentación fruto de las sanciones y restricciones de capitales utilizadas como herramienta geopolítica y por la competencia de nuevo sistemas financieros. Por otro lado, los diferentes sistemas de pago (SWIFT, CIPS o SPFS) complican las transacciones comerciales internacionales, al mismo tiempo que los bancos centrales están desarrollando sus propias monedas digitales para hacer frente a la inestabilidad de la economía a nivel global.

Ante este panorama, las empresas están diversificando sus fuentes de financiación incorporando sistemas alternativos como crowdfunding o fintech, están creando hubs financieros regionales y exploran soluciones blockchain para limitar la dependencia de la banca tradicional. Por último, las compañías están llevando a cabo una intensa y más sofisticada política de cobertura de riesgo cambiario para mitigar el impacto de la volatilidad de las divisas por cuestiones geopolíticas.

  • Inversión en entornos volátiles

La incertidumbre geopolítica afecta también a las inversiones empresariales. Las empresas están reevaluando sus planes de expansión y de ubicación de nuevas plantas, incorporando criterios geopolíticos en sus decisiones ya que se ven afectados por el encarecimiento del coste del capital al incrementarse la prima de riesgo.

Se opta por priorizar proyectos con un retorno a corto plazo, impulsar inversiones modulares y escalables, establecer alianzas con socios locales para compartir riesgos y diversificar geográficamente los activos

  • Captación de capital 

En un entorno global cada vez más fragmentado, la captación de capital también encara desafíos debido a las tensiones geopolíticas. Por un lado, se observa una fragmentación de los mercados financieros con empresas que cotizan en diferentes bolsas alineadas con sus afiliaciones geopolíticas. Además, ha aumentado también la volatilidad de las valoraciones empresariales y los inversores se muestran más selectivos respecto al origen del capital. Esto, junto con las restricciones a la participación extranjera en sectores estratégicos, ha obligado a las empresas a adaptar sus estructuras de capital diversificando sus fuentes de financiación y fortaleciendo vínculos con inversores locales. Junto a estas estrategias, se impone también una mayor transparencia sobre la exposición geopolítica de la empresa para mitigar riesgos y tranquilizar a inversores.

  • Gestión del talento

Por otro lado, los recursos humanos también se ven afectados por las tensiones globales. Restricciones migratorias, riesgos para expatriados, conflictos culturales internos y competencia por la captación de talento en áreas estratégicas exigen políticas más sofisticadas de gestión de personal. 

Se plantean como alternativas priorizar el desarrollo de talento local, aplicar criterios de neutralidad corporativa y fomentar la cohesión mediante formación cultural, el teletrabajo y planes de contingencia para evacuaciones en caso de conflicto. 

Planificar escenarios y prepararse para lo inesperado

Ante este escenario, las empresas se ven obligadas a reforzar sus capacidades de anticipación y reacción. La planificación de escenarios alternativos y el diseño de planes de contingencia se han convertido en herramientas fundamentales para garantizar la continuidad del negocio y responder con agilidad a los riesgos emergentes.

  • Escenarios geopolíticos: anticipar lo incierto

El primer paso en esta estrategia es la construcción de escenarios alternativos, identificando variables clave que afectan directamente a cada empresa junto con indicadores tempranos que actúen como señales de alerta. No se trata solo de proyectar tendencias actuales, sino de imaginar posibles disrupciones que alteren el statu quo. Estos escenarios tienen que actualizarse periódicamente para que se mantengan vigentes ante cualquier cambio de contexto. 

  • Planes de contingencia: preparar la respuesta

Ante cada escenario crítico, es imprescindible contar con un plan de contingencia bien definido que incluya protocolos de respuesta inmediata con acciones concretas a ejecutar en las primeras horas tras una crisis con roles claros. También deben contemplarse estrategias para garantizar la continuidad operativa durante la disrupción, así como planes de comunicación de crisis dirigidos a preservar la confianza de empleados, clientes, accionistas y otros grupos de interés. A esto se suman las estrategias de recuperación, enfocadas en retomar cuanto antes las funciones clave y extraer aprendizajes útiles de la experiencia vivida.

  • Formación, inteligencia y colaboración

Complementariamente, las empresas pueden fortalecer su preparación mediante programas de formación continua para directivos y personal técnico, con el fin de mejorar su capacidad de toma de decisiones en contextos inciertos. La realización de simulacros de crisis es otra herramienta clave para probar la eficacia de los planes establecidos.

La creación de equipos internos de inteligencia geopolítica o la contratación de servicios especializados permite detectar con antelación riesgos emergentes. Asimismo, la participación en foros sectoriales facilita el intercambio de buenas prácticas y refuerza la resiliencia colectiva. Además, se recomienda la revisión periódica de pólizas de seguros para incluir riesgos geopolíticos.

En resumen, la capacidad de planificar escenarios, diseñar respuestas efectivas y desarrollar una cultura organizacional resiliente permitirá a las empresas no solo resistir la volatilidad geopolítica, sino también convertirla en una ventaja competitiva frente a competidores menos preparados.

Mantente informado

Suscríbete a nuestra newsletter y mantente siempre informado de todas las iniciativas, propuestas y actividades que organizamos.