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Transformación
La pandemia hizo que las videoconferencias se convirtiesen en una herramienta clave para conectar a las personas en pleno confinamiento. Las clases online, las reuniones de equipo virtuales y las quedadas por videollamada con amigos y familia dominaron el año 2020. De hecho, la plataforma Zoom pasó de hospedar 10 millones de reuniones virtuales al día en diciembre de 2019 a 300 millones en abril de 2020, según el estudio Zoom Exhaustion & Fatigue Scale.
Tres años después, las reuniones virtuales forman parte de la vida laboral de muchos trabajadores. Sin embargo, a pesar de que las videoconferencias han venido para quedarse, solemos cometer una serie de errores de manera habitual que pueden restarle valor a nuestra participación.
Las videoconferencias son una tarea más de muchos puestos, pero también pueden ser una oportunidad para hacer brillar nuestro trabajo y reforzar nuestra imagen, tanto dentro de la empresa como de cara a los clientes. Para ello, es conveniente evitar algunos de los errores más comunes. Según Forbes son:
Otro de los problemas con los que nos podemos topar es con el uso inadecuado de filtros. Aunque pueden ser útiles para tapar un fondo cuando no hemos tenido tiempo de prepararlo, también pueden causar una impresión más bien poco profesional.
El 67% de los trabajadores se distrae durante las reuniones virtuales y el 55% revisa su email durante las mismas, destaca una encuesta de Zippia. Esto hace que sea necesario diseñar videoconferencias que sean más atractivas y que capten la atención de los empleados. Algunas estrategias para conseguirlo son:
Es un hecho que las reuniones virtuales han venido para quedarse y que está en nuestras manos aprovecharlas para sacarles su máximo potencial. Aplicar estos consejos para hacerlas más atractivas y sortear los errores más comunes pueden convertirnos en auténticos profesionales de las videoconferencias (además de evitar que nos hagamos virales en YouTube).