El CFO y la medición de impactos no financieros

“Lo que no son cuentas son cuentos”. Así de contundente inicia Juan Royo, economista y Key Opinion Leader de Más Empresa en materia de sostenibilidad, la primera sesión del Ciclo de Innovación Financiera impulsado por Más Empresa con el objetivo de trasladar la filosofía de nuestro ecosistema de ayudar a evolucionar las organizaciones a la dirección financiera de las corporaciones.

Una vez al mes realizaremos sesiones (hasta el mes de noviembre) para descubrir cuál es el papel de los CFOs dentro de los nuevos modelos de empresa, identificar su rol y conseguir que sobrevivan en el tiempo y evolucionen, ya que son líderes imprescindibles en los procesos de transformación organizacionales.  La próxima sesión será el 10 de marzo y estará centrada en finanzas ágiles, un concepto que comenzamos a escuchar cada vez más en los entornos económico-financieros. Las inscripciones están habilitadas en este enlace.

Para Royo, hay que tener muy presente que “lo que no se mide no existe”, por eso es importante que los directores financieros de las organizaciones aprendan a mezclar la gestión del día a día con una gestión estratégica a largo plazo, que implica medir intangibles. Ahora, con la integración de informes financieros y no financieros en un solo documento, el CFO deberá ser capaz de contabilizar todos los impactos que genera la actividad de la organización desde el punto de vista de todos sus grupos de interés.

El empleo se presenta como la medida esencial que va a determinar la clave del papel del director financiero, ya que va a trascender a las cuentas financieras. Las organizaciones se van a medir por el resultado económico, que antes hacia ilusión a grupos de interés concretos, como los inversores o el Estado, pero también por el impacto que generen en cuestiones tan trascendentales como el empleo, ya que no es lo mismo una compañía que cree puestos de trabajo a una que no lo haga; o una empresa que trabaje de manera deslocalizada en lugar de localizada, ya que tendrá que ser responsable de sus impactos en todos los lugares en los que realice actividad.

El director financiero no se puede abstraer del contexto estratégico macroeconómico, y tiene que establecer prioridades. “Hay ideas importantes para los economistas, como la gestión del marketing, la inflación… Pero el concepto más importante de todos es el de ‘coste de oportunidad’. El coste que me produce tomar una decisión de forma relativa. Y para analizarlo debemos establecer una base de prioridades, focalizando lo importante”, explica Juan Royo.

El concepto que más preocupa a los economistas es el de 'coste de oportunidad', y para analizarlo debemos establecer una base de prioridades.

Para el KOL de Más Empresa es fundamental que las organizaciones entiendan que su objeto social está alineado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible: “Hay que trabajar sobre los 17, ya que si no se cumplen todos es difícil que se acaten de manera independiente, porque están interrelacionados”, apunta.

Hay aspectos fundamentales que se tienen que ir reflejando en las memorias financieras, donde cada vez se establece más la obligatoriedad de hablar temas como la biodiversidad, el concepto de empresa saludable, la economía de plata y el trabajo senior vs junior, la conciliación y el equilibrio entre la vida laboral y personal, la diversidad y la incorporación de asuntos como la discapacidad, pero no solo desde el punto de vista asistencial o social, sino pensando en un mercado de clientes, en la plantilla de trabajadores…

Hasta 2018, la RSC era voluntaria, pero desde diciembre de ese año la ley obliga a auditar cuentas en materia de información no financiera y diversidad. Esto ha fomentado un cambio de mentalidad en las organizaciones, que cada vez trabajan más por alinearse a los ODS y por gestionar riesgos con la medición de KPIs que garanticen la sostenibilidad de las compañías. El futuro está encaminado hacia que los impactos no financieros se incorporen a las mediciones financieras, y de esas mediciones se encargarán los CFOs.

El foco estará especialmente puesto en las cuestiones medioambientales (eficiencia energética, contaminación, economía circular, colaboración con entidades de economía local…), de empleo (formación, equilibrio en la plantilla, absentismo laboral, conciliación…) y relacionadas con la sociedad (gestión de clientes y proveedores, reclamaciones, publicidad, trazabilidad de la cadena de suministro, corrupción, derechos humanos…).