Dime en qué inviertes y te diré si eres sostenible (financieramente)

La financiación sostenible es aquella que integra criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASD) a la hora de tomar decisiones de inversión y de gestión. En el caso de las empresas, se está convirtiendo en una herramienta para obtener financiación responsable, a la vez que contribuye a mitigar las consecuencias medioambientales de los procesos productivos, genera un impacto positivo en la sociedad y consolida positivamente su reputación. La Unión Europea está desarrollando estrategias que impulsen las inversiones sostenibles donde las entidades financieras actúan como catalizadoras del cambio.

Combatir el cambio climático conlleva reformar el modelo productivo y los hábitos de vida para hacerlos compatibles con una economía sostenible, eficiente y competitiva, respetuosa con las personas y con el planeta. De ahí que la sostenibilidad tenga esa triple dimensión: medioambiental, social y económica. Es en esta última donde la financiación sostenible juega un papel cada vez más preponderante a la hora de facilitar la transición hacia modelos más responsables medioambientalmente.

Cada vez hay una mayor exigencia por parte de los ciudadanos para que las empresas actúen de forma sostenible. La legislación va también encaminada a cumplir con estas demandas medioambientales de forma transparente.

Financiación sostenible: ¿qué es?

La financiación sostenible es el mecanismo por el que las empresas integran criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) en la toma de decisiones de inversión y en la gestión empresarial. Este enfoque busca no solo obtener rendimientos económicos, sino también generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente, promoviendo un desarrollo sostenible a largo plazo.

Integrar los criterios ASG supone analizar cómo las operaciones empresariales afectan al medio ambiente, cómo se gestionan las relaciones con empleados, clientes y comunidades, y cómo se estructuran las prácticas de gobernanza corporativa. Se trata, en definitiva, de generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente, promoviendo un desarrollo sostenible a largo plazo.

Ventajas de las finanzas sostenibles para las empresas

La financiación sostenible presenta una serie de beneficios que pueden ser útiles para las empresas.

Ayuda en el análisis de riesgos: al tener en cuenta los factores ASG, las empresas pueden anticipar y mitigar riesgos relacionados con el cambio climático, las regulaciones ambientales y cuestiones sociales que hasta ahora no se tenían en cuenta. Como resultado, se reduce el riesgo de sanciones o daños reputacionales.
Atrae financiación: los inversores están cada vez más interesados en apoyar empresas que implementan prácticas sostenibles, por lo que adoptar una política de sostenibilidad puede facilitar el acceso a financiación y atraer inversores.
Ayuda a ahorrar y ser eficientes: aplicar medidas sostenibles, como la eficiencia energética o la gestión responsable de recursos, repercute en el balance de la empresa gracias a los ahorros que generan.
Fortalece la reputación: las empresas comprometidas con la sostenibilidad gozan de una mejor imagen pública, lo que se traduce en una mayor lealtad de clientes y una ventaja competitiva en el mercado.

Las inversiones sostenibles están en auge

En 2023, la inversión sostenible alcanzó los 236.894 millones de euros en España, representando el 49% del patrimonio gestionado, según Spainsif.

Las entidades financieras juegan aquí un papel crucial a la hora de ofrecer productos alineados con la sostenibilidad, ya sea ofreciendo inversiones en empresas con un impacto positivo en el medioambiente y en la sociedad o facilitando el crédito a proyectos verdes.

En este ámbito, Ibercaja cuenta con una consolidada trayectoria en la inversión y gestión de este tipo de activos y en la innovación en el diseño de productos con estas características, que ha ganado la confianza de más de 150.000 partícipes y ha superado, a cierre de enero, los 4.000 millones de euros en fondos de inversión gestionados bajo criterios sostenibles. En 2024 Ibercaja Gestión ha aumentado un 50,84% el patrimonio administrado bajo los criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ASG).

La Unión Europea (UE) ha desarrollado una amplia estrategia en relación a las inversiones sostenibles para fortalecer la transición hacia una economía más respetuosa con el medio ambiente y con un mayor impacto positivo en la sociedad, impulsando el papel del sector financiero como catalizador del cambio. A través de ellas se quiere evitar el greenwashing, canalizar el capital privado hacia actividades económicas sostenibles y lograr un mayor complimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.