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Transformación
En verano llega el momento de activar uno de los mensajes automáticos más deseados: "Estaré fuera de la oficina por vacaciones". Sin embargo, en ocasiones ese descanso no se produce de manera real, especialmente para los cargos de responsabilidad, que son requeridos habitualmente para solucionar asuntos urgentes. A pesar de ello, existen diversos métodos que nos pueden ayudar a garantizar una desconexión efectiva y, además, mejorar nuestro rendimiento al regresar.
Además, desconectar del trabajo tiene ciertos beneficios que, paradójicamente, repercuten de manera positiva en nuestra posterior vuelta a la oficina: disminuye la presión arterial, reduce el estrés, mejora el estado anímico e incrementa la calidad del sueño, según un artículo publicado por la Universidad de Valencia.
Sobre el papel, desconectar del trabajo y disfrutar de unos días de relax en la playa o en la piscina debería ser algo sencillo, pero en la práctica puede convertirse en todo un desafío. "En parte, es un tema cultural y de la llamada “sociedad del rendimiento” en la que vivimos y en la que el trabajo y el desempeño laboral están íntimamente ligados a nuestra identidad", destaca Alejandra Gabaldón, miembro del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, en un artículo de 'La Voz de Galicia'.
La desconexión digital es un derecho regulado por el Gobierno de España en la Ley Orgánica 3/2018, donde se establece que "los trabajadores y los empleados públicos tendrán derecho a la desconexión digital a fin de garantizar, fuera del tiempo de trabajo legal o convencionalmente establecido, el respeto de su tiempo de descanso, permisos y vacaciones, así como de su intimidad personal y familiar".
A pesar de ello, el 75 % de los trabajadores españoles responden llamadas o emails fuera del horario laboral, y una de cada cuatro personas permanece conectada al trabajo durante sus vacaciones, según indica el Informe sobre desconexión digital elaborado por InfoJobs. Aunque la desconexión digital ha mejorado siete puntos porcentuales con respecto a 2021, todavía sigue siendo una tarea pendiente dentro del panorama empresarial.
Desconectar del trabajo en vacaciones también se relaciona de manera estrecha con un elemento fundamental: la salud mental. Desempeña un papel crucial para retener el talento y mejorar el trabajo, y cuidarla es sinónimo de garantizar un entorno laboral que busca tanto la rentabilidad como el bienestar de los empleados.
La llamada "enfermedad del ocio", aunque no es un trastorno como tal, implica una serie de síntomas psicosomáticos que deterioran la salud. "Hay gente a la que le angustia el tiempo libre e incluso se ve imposibilitada para planear actividades; el simple hecho de pensar en el ocio genera angustia, trastornos del sueño, enojo o depresión", afirma la psicóloga Eva María Esparza en un boletín publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México.
No es el único fenómeno que puede afectar para desconectar del trabajo. El síndrome FOMO (Fear of Missing Out, por sus siglas en inglés), se refiere a aquellas personas que experimentan miedo o ansiedad por el temor de perderse algo importante. En la era de las redes sociales y las constantes notificaciones en nuestros dispositivos móviles, es una sensación cada vez más común. No obstante, como indican en un artículo publicado por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), existe una forma clara de combatirlo: reducir la dependencia de estar continuamente informado.
Por tanto, cuando llegue el momento de activar el mensaje automático por vacaciones es importante tomar conciencia de lo que supone. Aprender a descansar de la manera más efectiva posible no solo permite una recuperación física y mental, sino que también sirve como preparación para comenzar el próximo ciclo con energías renovadas. Porque desactivar las notificaciones o delegar funciones es, en definitiva, una manera de priorizar el cuidado de uno mismo.