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Fecha de publicación 13 diciembre 2023
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Tiempo de lectura 5 minutos

Decálogo de la empresa familiar

Decálogo de la empresa familiar

El decálogo de la empresa familiar pretende recoger aquellos aspectos que suscitan dudas, inquietudes y preocupaciones en la familia empresaria y en las empresas familiares. Se trata de una serie de propuestas seleccionadas especialmente para la empresa familiar y agrupadas en función del entorno al que más directamente afectan: el entorno personal y patrimonial, el entorno de gestión empresarial y el entorno del mercado y la internacionalización.

Conocer y reflexionar sobre las cuestiones que aquí se plantean puede ayudar al empresario a desarrollar su negocio sobre unos pilares sólidos, basados en el conocimiento del contexto jurídico, patrimonial y empresarial cada día más necesario para competir en un mundo complejo y globalizado.

En el entorno personal y patrimonial:

1.- Regular, formal y expresamente, las relaciones entre la familia y el patrimonio empresarial.

La continuidad y supervivencia de la empresa familiar requiere prever situaciones personales y familiares que pueden ponerla en peligro: relaciones de pareja/matrimonio, enfermedad, incapacidad o defunción son hitos vitales que, además de los naturales efectos personales, traen consigo consecuencias patrimoniales de especial relevancia en las compañías familiares.

El empresario y aquellos miembros de la familia empresaria que tengan o puedan llegar a tener participación en el negocio familiar deben proteger su patrimonio con los instrumentos jurídicos que nuestra legislación puede ofrecerles, por ejemplo, mediante capitulaciones matrimoniales, pactos de convivencia y en previsión de ruptura, poderes preventivos, testamento, pactos sucesorios, protocolo familiar, etc.

En el entorno de gestión empresarial:

2.- Contar con un asesoramiento tributario óptimo de la empresa familiar y la familia empresaria.

El interés por reducir la carga fiscal del negocio, aprovechar al máximo los créditos fiscales y abordar la operativa de la empresa considerando las implicaciones fiscales de cada una de las alternativas existentes, de cara a optar por una de ellas, es un ejercicio que el empresario tiene asumido como necesario.

En la actualidad sigue siendo fundamental, entre otros aspectos:

  • Verificar el cumplimiento de los requisitos para gozar de la exención en el Impuesto sobre el Patrimonio o la bonificación en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones por empresa familiar;
  • Estudiar la política de retribuciones fiscalmente más eficiente, tanto para la empresa pagadora como para el sujeto perceptor;
  • Revisar la tributación personal de los miembros de la familia y las alternativas de ubicación y explotación del patrimonio; y,
  • Programar la futura transmisión del patrimonio empresarial y familiar. 

3.- Ejercer el cargo de administrador de manera responsable.

En muchas ocasiones, en las empresas familiares, el administrador es el propietario de la compañía, por lo que la gestión empresarial cobra especial relevancia y, en estos casos, prima la relación de confianza, aunque a veces no hay verdadera conciencia de la responsabilidad que implica la tarea de administrar.

El administrador debe dedicarse con rigor, diligencia y lealtad a desempeñar las tareas propias de su cargo, aportando valor y compromiso en el desempeño de su labor profesional, especialmente en situaciones de dificultad. Es conveniente contar con un consejo plural, diverso y con independencia de criterio.

4.- Seguir las normas y recomendaciones de compliance y para el buen gobierno de las sociedades.

En los últimos tiempos, han cobrado especial relevancia conceptos como competencia profesional, formación y dedicación (conectadas con el deber de diligencia), y ética, gestión de los conflictos de intereses y transparencia (conectadas con el deber de lealtad).

La confianza del mercado es un valor cada vez más apreciado que obliga a los empresarios a adoptar medidas que evidencien su fiabilidad de cara al exterior. Paralelamente, los empresarios son cada vez más conscientes de la responsabilidad que puede ser exigida a los administradores, de hecho o de derecho, en el desempeño de sus funciones.

5.- Incorporar prácticas de responsabilidad social corporativa a la estrategia de la compañía.

La sociedad civil confía cada vez más en que las empresas, además de crear riqueza y empleo, contribuyan a la mejora del bienestar social, esto es, que se implique en el desarrollo de actividades que puedan considerarse socialmente beneficiosas (preservación del medio ambiente, ahorro de energía, políticas de igualdad en el mercado de trabajo, integración laboral de personas con minusvalías, etc.) o que colabore con actividades u organizaciones de interés general (promoción del deporte, participación en actividades humanitarias con los países más necesitados o con la gente más necesitada en el propio país, integración de los minusválidos, los inmigrantes, etc.).

6.- Regular el acceso de los miembros de la familia al trabajo en la empresa.

A medida que la generación que gestiona la empresa familiar avanza y, por tanto, conviven varias ramas familiares, cobra mayor importancia determinar los requisitos que deben cumplirse para que un miembro de la familia pueda trabajar en la empresa familiar.

Regular estas condiciones con claridad y precisión mediante cláusulas estatutarias o pactos familiares puede ayudar a prevenir potenciales conflictos en el seno familiar.

7.- Invertir en la formación de accionistas y familiares.

Vinculado a los objetivos de excelencia y de buen gobierno, los miembros de la familia empresaria deben disponer de niveles de formación e información adecuados al desempeño de su cargo.

El empresario debe contar con una buena formación intelectual y, cuando sea necesario, técnica, que le permita formar su opinión, voluntad y decisiones, con un criterio sustentado en el conocimiento completo de su negocio. Asimismo, la inquietud por la formación debe trascender al fundador y contagiarse a las familias empresarias en su conjunto.

8.- Contemplar métodos alternativos de solución de conflictos para resolver los problemas.

La negociación, mediación y el arbitraje se pueden utilizar para solucionar los conflictos entre socios o entre la sociedad y el socio de una forma mucho más flexible, ágil y económica.

Nuestro ordenamiento jurídico reconoce plena validez tanto a los pactos para someterse a estos métodos como a las soluciones que a través de ellos se alcancen.

En el entorno del mercado y la internacionalización:

9.- Conocer y planificar fórmulas de financiación adecuadas a la naturaleza de cada operación y a la coyuntura económica.

Uno de los factores que comprometen el desarrollo empresarial es, en ocasiones, la dificultad que el empresario encuentra para acceder a la financiación ajena y mantener la viabilidad del negocio. Conocer y planificar las distintas alternativas existentes puede ayudar a garantizar el normal funcionamiento, el crecimiento o, incluso, la subsistencia de la empresa.

10.- Planificar la internacionalización de la compañía.

Cuando se decide emprender la expansión internacional de una empresa o ampliar su actividad a nuevos países, es preciso trabajar de manera muy rigurosa la estrategia a seguir y analizar numerosos factores, la mayoría de gran complejidad técnica. Contar con una gestión profesionalizada del proceso de internacionalización y evaluar la estructura societaria más conveniente al caso concreto constituyen los pilares principales de la estrategia.

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