En España, el porcentaje de emprendedores es menor que en otros países desarrollados, y la tasa de supervivencia de los proyectos también está por debajo de la media, puesto que gran parte de los proyectos no sobreviven más de 5 años. Por ello, apostar por la creación de un caldo de cultivo emprendedor ligado a la competitividad es, a día de hoy, clave en el buen funcionamiento de la economía de los países.
Para potenciar la calidad del emprendimiento, el economista Enrique Barbero aportó una serie de medidas que se pueden aplicar a corto plazo, en una jornada organizada por ESIC y el Colegio de Empresarios de Aragón (con la colaboración de Ibercaja) para dar a conocer los beneficios de utilizar un 'business plan' como hoja de ruta de los negocios.
Barbero destacó la importancia de dejarse asesorar por expertos, de evitar que arranquen los proyectos que no sean viables para que no decrezca la tasa de supervivencia, y de trabajar para que las ideas viables tengan más vida en el futuro. Uno de los hándicaps con el que se encuentran los emprendedores es el acceso a la financiación, por eso el asesoramiento de los economistas se plantea como un valor añadido para encontrar el aporte económico adecuado a las circunstancias de cada proyecto.
La jornada contó con la presencia de los economistas Pilar Labrador y Pedro Mata y de los emprendedores Fidel de la Hoya (Sensovida) y Daniel Hernández y María Tejel (MyRetrobox). Tras compartir sus experiencias y consejos sobre el funcionamiento de los negocios, los ponentes confirmaron su apuesta por el 'business plan' como punto de partida, porque permite analizar las ideas y las oportunidades de negocio. Además, invita a reflexionar sobre las ventajas competitivas, el entorno, y se convierte en una tarjeta de presentación a la hora de buscar socios o fuentes de financiación.
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