Por Karen Hao | Traducido por Ana Milutinovic
A la inteligencia artificial (IA) se le da muy bien identificar objetos en imágenes, pero todavía se confunde con mucha facilidad. Si se añaden unos cuantos detalles o capas con ruido estático invisible para el ojo humano, el sistema de reconocimiento de imágenes deja de funcionar, y eso a veces puede tener efectos mortales (ver Esta imagen vale más que mil palabras para analizar los riesgos de la conducción autónoma). Si se ponen unos adhesivos a una señal de alto, por ejemplo, un coche autónomo podría confundirla con una señal de límite de velocidad de 75 kilómetros por hora.
Consulte el artículo original 'Cómo mejorar la IA con las imágenes reales que más la engañan', de MIT Technology Review.