Transformación
La extracción y transformación de los recursos naturales es la principal causa de la pérdida de biodiversidad y del estrés hídrico que sufre la Tierra. Según se señala en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, si la población mundial sigue creciendo al ritmo previsto, en 2050 se necesitará el equivalente a tres planetas para proporcionar los recursos naturales necesarios para mantener nuestro nivel de vida. Al mismo tiempo, según el Global Bank Group, vamos a generar un 70% más de residuos de aquí a 2050.
Los recursos son finitos, pero parece que los residuos que generamos se multiplican; tenemos problemas climáticos que afectan ya a nuestro día a día; y durante la pandemia de la COVID-19, sufrimos el desabastecimiento de materias primas que afectó también a las pymes. Para hacer frente a estos desafíos, la Unión Europea puso en marcha el Plan de Acción para la Economía Circular, que pretende extender la aplicación de los principios del ecodiseño a una gama amplia de productos, de manera que se produzca de forma más sostenible y circular, abandonando el esquema basado en extraer-fabricar-usar-tirar.
El Plan incluye una serie de propuestas:
> Fomentar la reutilización, actualización y reparación de los productos.
> Aumentar el contenido reciclado en los productos.
> Posibilitar la refabricación y el reciclado de alta calidad.
> Reducir la huella de carbono y la huella ecológica.
> Limitar el uso de productos de un solo uso.
> Movilizar el potencial de digitalización de la información sobre productos, incorporando soluciones como pasaportes, etiquetado y marcas de agua digitales.
Hasta el 80% de los impactos medioambientales de los productos se determinan en la fase de diseño, por eso es fundamental empezar aplicando los principios de circularidad y sostenibilidad desde la idea.
El diseño circular se caracteriza porque trata de crear nuevos productos o rediseñar existentes con el mínimo impacto medioambiental posible, maximizando la recuperación o el reciclaje al final de su vida útil. Aplica y habilita los tres principios de la economía circular: eliminar – circular - regenerar.
La Fundación Ellen MacArthur, especializada en economía circular y promovida por Ellen MacArthur, premio Princesa de Asturias a la Cooperación Internacional 2022, afirma que “podemos prevenir la creación de residuos y contaminación desde el principio y regenerar la naturaleza a través del diseño”.
Establece seis palancas que determinan el proceso del diseño circular:
En su web, la Fundación muestra algunos ejemplos de diseño circular, que no sólo se aplican a la fabricación, sino también a sistemas de reciclaje, recuperación o reutilización.
Estos son algunos de ellos:
Aplicar el diseño circular implicar repensar el ciclo de vida del producto.
Para los diseñadores, es un trabajo creativo y estratégico, que requiere colaboración e implicación de todas las áreas que intervienen en la producción de un producto. Precisa de un conocimiento profundo de la vida útil del mismo, de las materias primas utilizadas, de la fabricación y distribución y, también, de qué hace el consumidor con él una vez lo ha usado para poder facilitar su reciclaje o reutilización. De ahí que el diseño abarque diferentes vertientes, desde el diseño modular, el orientado a la reparación, o el que busca la durabilidad o la eficiencia de los productos.
Si estás pensando en aplicar el diseño circular a tu proceso productivo, estos cuatro aspectos te orientarán a la hora de afrontar un proyecto:
Tags