¿Cómo actúa una empresa saludable? Casos de éxito

Trabajar la salud en la empresa ya no es una opción, sino una obligación y debe abordarse de forma holística, con una visión integral. Así lo manifestó José Ignacio Oto, director del Área de Personas de Ibercaja Banco, en la apertura de la jornada “La revolución de la empresa saludable: la clave del éxito”, título del Foro de Bienestar y Salud organizado por AJE Zaragoza y el Gobierno de Aragón en Ibercaja.

El encuentro, patrocinado por Aniento Fisioterapia y Bienestar, también contó con el director general de Trabajo del Gobierno de Aragón, Jesús Divassón, que ensalzó el trabajo de AJE para difundir la cultura preventiva en las empresas: “Tienen que acostumbrarse al cuidado de la salud del empleado; la empresa del mañana será saludable o no será”.

El foro reunió a destacados expertos del sector, que compartieron cómo construir una empresa que no solo se preocupe por las cifras, sino también de las personas. Entre ellos, Esther Burges, jefa de Cultura y Experiencia de Empleado en Ibercaja Banco, la primera entidad financiera española en obtener el certificado AENOR por su Sistema de Gestión de Organización Saludable (SIGOS). 

La involucración de la plantilla, el mejor baremo

Burges detalló el caso de éxito del banco con un proyecto saludable digital, “Somos Saludables”: “Según sus conclusiones, abordamos las acciones que hay que llevar a cabo con nuestros compañeros. Cuenta con cuatro áreas de trabajo, en las que se engloban 25 iniciativas y 60 acciones diferentes. Y lo que buscamos en ellas es la personalización, que todo el mundo encuentre una acción en la que le apetezca participar”. 

“El mejor indicador para nosotros es la experiencia vivida por los empleados, aunque para su realización son variables imprescindibles el compromiso de la alta dirección y de la plantilla, el contexto del entorno y la comunicación”, matizó.

Burges también destacó que Ibercaja cuenta con un índice bajo de absentismo, pero tras la aplicación de este programa de salud laboral las cifras se han reducido: “Es más, contamos con muchos promotores del programa en la plantilla. Cuando preguntamos por él, aprovechamos para preguntar por Ibercaja. Y aquí los índices se disparan. Podemos concluir que el orgullo de pertenencia está dando resultados positivos en términos de productividad”.

Seguimiento, flexibilidad y comunicación en los programas

Su compañero de mesa fue Jorge González, Health Safety Environment Coordinator en Fersa, que explicó su programa digital “Bienestar 360º”: “Surgió tras un mal año de accidentes de siniestralidad laboral. Nuestra fábrica es de rodamientos; al analizar los incidentes, provenían de problemas ergonómicos de largo plazo. Es decir, de pequeñas molestias de las que no se dice nada al principio y luego crecen. Por ello, realmente teníamos dos temas que abordar: el ergonómico y el de comunicación. Así que afrontamos todo desde la prevención, identificando ‘responsables de la prevención’ en la plantilla, que iban preguntando a sus compañeros sobre sus problemas y detección de dolencias. Y así pasamos de 427 jornadas perdidas por bajas laborales en un año a 4 en el periodo siguiente. Sin duda, en la prevención está la rentabilidad”. 

Destaca que invirtieron en comunicación (cartelería, etc.), para que todo el mundo estuviera informado, y por el seguimiento con indicadores cuantitativos y cualitativos. También aportó que es importante que los programas sean flexibles: “Por ejemplo, cuando incluimos el servicio de fisioterapia, tuvo mucho éxito. Pero no pasó lo mismo con el de psicología y pensamos que había un problema de preocupación por la confidencialidad. Pero la realidad es que dificultaba la asistencia el hecho de tener que cambiar de centro, así que implantamos la solución de psicología online”. 

Cómo comenzar un plan: lo primero, empoderar al empleado

Alberto Joven, socio director del Área Laboral en Seico Consultores, también expuso el caso de su compañía: “Teníamos claro que lo importante de las empresas y de las marcas son las personas. Así que, de la mano de Aniento hicimos una encuesta y salió que a los empleados les resultaba relevante la salud laboral. Y nos pusimos manos a la obra con un programa. ¿Ha tenido impactos? Sin duda: el primero, la fidelización y el orgullo de pertenencia”.

Joven enfatizó en que un escollo para que las empresas apuesten por planes de salud laboral es el desconocimiento: “A veces no sabemos por donde empezar y la clave es que haya un profesional que nos acompañe”. En su caso, se dejaron asesorar por Aniento Fisioterapia y Bienestar. Alejandro Aniento, su director, también añadió que “el trabajador tiene que querer cuidar su salud. Estar atento a la alimentación, por ejemplo, tiene que ver con la salud física y con la salud mental y eso deben saberlo. Hay que empoderar a las personas para que sepan cómo tienen que cuidar de su salud. En muchos países esto ya se ve como una inversión”. 

Según explicó, ese empoderamiento del empleado llega con estos pasos:

• Sensibilización. Es imposible abordar todo de una vez: es una carrera de fondo y hay que trabajar de manera continua. Lo primero que hay que hacer es preguntar a la plantilla para conocer las necesidades. 
• Accionamiento. Se puede realizar mediante un programa de talleres o webinars. 
• Acompañamiento. Por ejemplo, aportando servicios de salud con sentido o con programas formativos. No importa comenzar con acciones pequeñas: lo importante es empezar. 
• Empoderamiento. A través de concienciación, herramientas, servicios y procesos.

La Red Aragonesa de Empresa Saludable (RAES)

En la jornada también participaron Ignacio Alkourdi, responsable de Empresa Saludable en Aniento Fisioterapia y Bienestar, que expuso otros casos de éxito, Noelia Carbó, directora del Instituto Aragonés de Seguridad y Salud en el Trabajo, y Ana Clavería, jefa de servicio de Prevención y Programas de Salud Pública de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Aragón. Ellas dos dieron las claves para abordar el protocolo de acceso a la Red Aragonesa de Empresa Saludable (RAES), que cuenta actualmente con 74 empresas. 

Carbó contextualizó que “la estrategia aragonesa de salud laboral viene respaldada por los ODS. Se empezó en 1996 con la Red Europea de Empresas Saludables, en 2013 se creó la Red Española y después, la aragonesa. Una empresa saludable es la que promueve la salud de las personas, no sólo la que trata de prevenir accidentes. Permite que tengamos una buena salud física, emocional y social, que valora la importancia del entorno de trabajo. Para ello tiene que haber diagnósticos, evaluaciones, visión de resultados, acciones para dirigir el proyecto... Sólo así, con un plan programado y medido, la organización mejora y es más productiva”. 

Por su parte, Clavería destacó la importancia de la RAES para “generar red”: “Sólo así las empresas cogen impulso y comparten conocimiento y experiencias, por ellos cada vez intentamos potenciar más el contacto entre empresas de la RAES. Las iniciativas de promoción de la salud son a largo plazo, que no quiere decir que se empiece con un proyecto y se continúe con otro: queremos que las compañías hagan cosas, con una temporalidad determinada y una medición de resultados. Y estar alineado con los objetivos de la empresa. Para ello, tienen que tener comunicación y objetivos, tanto generales como específicos”. 

La jornada concluyó con la intervención de Luis Martín, presidente de AJE Zaragoza, quien explicó que desde esta asociación creen firmemente que el bienestar laboral no es un lujo, sino una necesidad estratégica: “Las empresas saludables no solo retienen talento, lo inspiran. Apostar por entornos donde las personas se sientan bien es apostar por la innovación, la productividad y el futuro de nuestra tierra. Por algo se dice que en Aragón se vive bien… y cada vez más, también se trabaja bien. Estamos muy orgullosos de que Aragón esté liderando esta revolución del bienestar”.