La innovación rápida es una de las principales preocupaciones de las grandes empresas, algo que se refleja en el hecho de que el 70% de las compañías está incrementando la inversión en innovación. Las unidades de 'corporate venturing' actúan como un puente entre las empresas establecidas y las startups, pero los directivos de innovación se están encontrando con dificultades a la hora de implementarlas.
Para ayudar a afrontar estos desafíos, IESE Business School y la consultora Opinno han elaborado de manera conjunta el informe “Innovación abierta: creando y escalando tu unidad de corporate venturing”, que se dio a conocer el martes 19 de junio por primera vez en Zaragoza en un acto organizado por el Ecosistema Más Empresa en el Patio de la Infanta de Ibercaja.
La presentación corrió a cargo del director de investigación del Centro de Iniciativa Emprendedora e Innovación de IESE, Josemaria Siota, quien explicó que el estudio ha contado con entrevistas a 46 directores de innovación de 44 grandes corporaciones líderes en su sector. A partir de sus experiencias, el informe ofrece datos que facilitan la creación y el crecimiento de unidades de corporate venturing. Para Siota, de los resultados se extrae que “hemos de focalizarnos más en indicadores estratégicos que en cortoplacistas”, y que hay que “personalizar una estrategia para cada corporación, teniendo presente la madurez de las unidades de innovación”.
Durante la sesión, se pusieron sobre la mesa ejemplos de cómo hay empresas que han tenido éxito en sus procesos de diseño de nuevos modelos de negocio con la agilidad de una startup y la fortaleza de una corporación, gracias a la participación de Sergio Santo Domingo, R&D global director en Fersa Bearings, Miguel Ángel Buñuel, director de Innovación Corporativa en BSH España, Fernando Sandoval, manager de Enel Innovation Hub Spain, y Xavier Contijoch, director de Opinno Barcelona.
Santo Domingo abordó el panorama actual de las pymes aragonesas, que para él se enfrentan a las siguientes circunstancias: “Un cierto grado de soberbia malentendida, ya que se considera que nadie puede saber más que tú de tu negocio; miedo a abrir las puertas a extraños y a mostrar lo que se está haciendo, y temor a desaparecer o a que tu propuesta no sea rentable”.
En el caso de Fersa, la apuesta por las unidades de corporate venturing les ayudó a reinventarse, algo que también han aplicado grandes grupos como BSH. Para Buñuel, “cuando la sociedad se hizo integradora y consciente del impacto de la tecnología, decidimos avanzar en el camino de la innovación abierta”. Sus pasos cada vez son mayores y ahora la compañía está inmersa en la creación de una aceleradora propia en Múnich, que se desarrollará hasta 2021. Enel, por su parte, está promoviendo la innovación en cada área de la compañía y busca “la mejor manera de colaborar con las startups, dependiendo de su grado de desarrollo, para ofrecerles todos nuestros servicios”, apuntó Sandoval.
Para empezar a trabajar las unidades de ‘corporate venturing’, Contijoch ofreció cuatro claves: buscar una comunidad de innovadores activa, pensar bien la propuesta de valor, definir los retos y explicar las soluciones. Los expertos invitaron a aplicar las unidades y a nutrirse de los canales externos consolidados, porque “no todo está dentro de nuestras empresas, hay que optimizar el mundo que nos rodea”.
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