Colaborar frente a competir

Artículo escrito por Juan Royo, Key Opinion Leader de Más Empresa en materia de sostenibilidad.

Las finanzas deben ser sostenibles. La especulación, si no se acompaña de cobertura de riesgos, deviene en un juego de suma cero. Colaborar es trabajar codo con codo con otros en la realización de una obra. Puede ser sinónimo de contribuir, en el sentido de ayudar a otros en el logro de un objetivo financiero o extrafinanciero. Cuando dos o más personas físicas o jurídicas compiten, contienden entre sí, aspirando unas y otras con empeño a una misma cosa. La competencia en el mercado entre quienes rivalizan ofreciendo o demandando un mismo producto o servicio es imprescindible. De esa disputa por conseguir un cliente o un proveedor se obtienen beneficios para éstos en cuanto a incremento de calidad o disminución de precio o costes. La virtud se encuentra en el equilibrio entre colaboración y competencia. La primera permite especializarse y aumentar márgenes que podrán ser trasladados al cliente o al consumidor y la segunda no caer en la complacencia y seguir el camino de la excelencia.

La tecnología actual permite acelerar los procesos colaborativos en cuanto a la búsqueda de un nivel óptimo de servicio o producción. Los fenómenos de masas (crowd) se han popularizado. El crowdshipping son entregas colaborativas para atajar problemas de logística de última milla: coste, rapidez y eficacia. Además, ayuda a fortalecer las redes vecinales en los barrios de ciudades y periferia facilitando a los comercios asociados la fidelización de sus clientes. Mediante su comunidad de shoppers se aprovecha el trayecto diario de un ciudadano para entregar un paquete a otro que está en su mismo camino, normalmente un vecino. También ayuda a mejorar el reparto (delivery) dando respuesta a la creciente demanda de inmediatez. Las plataformas electrónicas en forma de app. ya existentes optimizan el coste estructural o tecnológico, permitiendo a mayoristas y minoristas reducir costes de implantación: la integración de flotas de reparto es un proceso carísimo, en ocasiones inasumible.

Mediante el crowdfunding o micromecenazgo, el emprendedor o promotor obtiene telemáticamente financiación masiva para llevar a cabo su proyecto a modo de venta (y cobro) anticipado del producto, lo que evita riesgos financieros y comerciales y le permite testar su éxito previo al lanzamiento. En el crowdlending y crowdsharing se intercambia dinero a modo de préstamo (sujeto a un tipo de interés o coste financiero) o participaciones accionariales (sujeto a beneficios empresariales, como el cobro de dividendos o toma de decisiones, entre otros), respectivamente, y no requiere obligatoriamente de entrega física de un activo o producto.

Especialmente los CFO de las pymes deben estar atentos a este tipo de operativa que permite tejer redes más allá de parámetros financieros y en donde una perspectiva estratégica será capaz de medir no solo el desempeño financiero sino el impacto generado.

El próximo 12 de junio, Juan Royo dialogará con Fernando Monzón Fabregat, 'enfant terrible' del marketing en España y Latinoamérica, sobre el impacto de la reputación en los estados financieros, poniendo el foco en que el CFO, en la actualidad, o es un guerrillero o no va a sobrevivir en un mundo de IA, metaverso y blockchain. Las inscripciones para asistir de manera presencial (la sesión tendrá lugar en Zaragoza) están disponibles en este enlace. Si se prefiere asistir vía streaming, este es el enlace para reservar la plaza y recibir la URL de conexión.