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Fecha de publicación 15 febrero 2021

ClubHouse: ¿Está justificado el interés?

ClubHouse: ¿Está justificado el interés?

Artículo escrito por Lucas Aisa, experto en comunicación digital y colaborador de Más Empresa

Una nueva ¿red social? está acaparando todas las conversaciones las últimas semanas. Se trata de ClubHouse, un producto todavía en beta, nacido en plena pandemia (marzo 2020), por ahora solo disponible para iOS (terminales de Apple) y de acceso por invitación, que ya ha conseguido cerrar varias rondas de financiación, alcanzando con la última una valoración de 1 billón de dólares.

¿Cuál es su propuesta de valor? Facilitar a los usuarios una herramienta que permita crear salas de conversaciones en las que lo único que se transmite es la voz. No hay video, no hay chat, no hay intercambio de ficheros, no podemos compartir pantalla, no hay nada más que audio. Tan sencillo como eso. Y las salas pueden ser públicas, de acceso limitado o cerradas y accesibles solo por invitación.

¿Cuáles son sus dos particularidades fundamentales, además de ser una red solo de audio? La primera, que cualquiera de los asistentes a las salas públicas pueden "levantar la mano" y, si son aceptados por los moderadores de la sala, convertirse en ponentes, y la segunda, que las conversaciones no quedan grabadas. Todo lo que ocurre en la app es en tiempo real, sin posibilidad de compartirlo en otras redes o consumirlo posteriormente a demanda. O estás, o te lo pierdes.

Esto, que genera un FOMO irresistible para muchos, junto con la (forzada) exclusividad generada por la escasez de invitaciones y la limitación de plataforma, ha provocado un hype tremendo que ha llevado en volandas a la aplicación desde los pocos cientos de miles de usuarios en diciembre 2020, hasta alcanzar ya los 6M de usuarios y más de 10M de descargas en febrero 2021, con la presencia en salas de usuarios estelares como Elon Musk, Drake o incluso Mark Zuckerberg, quien de hecho, tras vivirla en primera persona, ya ha puesto en marcha la fotocopiadora.

¿Es ClubHouse tan revolucionario? ¿Está justificado todo este hype? Pues sí y no. En realidad está "reinventando" la radio en directo, con entrevistas y preguntas del oyente. Pero -y esa es la "revolución"- haciéndola accesible para cualquiera. Tú que ahora estás leyendo esto, cuando acabes de leer este artículo, si tienes cuenta en ClubHouse, puedes ir a la aplicación y abrir tu propia sala para comentarlo.

Las posibilidades que esto abre son enormes. Desde organizar eventos tematizados, con agendas completas de varios días de mesas redondas e intervenciones de expertos, al estilo de los eventos físicos que organizábamos antes de la pandemia, pero ahora con alcance mundial, hasta la creación de salas de inspiración, design thinking, innovación abierta, reflexión, formación, onboarding, atención al cliente o simple puesta en común de temas de actualidad. Seguro que en breve empezaremos a ver shows, informativos, comedia, música en vivo, meditaciones guiadas, salas creadas para comentar en directo programas de la tele y hasta partidas de rol retransmitidas al mundo.

Ya están trabajando en monetización, como no podía ser de otra forma, preparando un programa de apoyo a los creadores emergentes, en habilitar la opción de poder recibir "tips" (al estilo de Twitch), suscripciones (al estilo Patreon u OnlyFans) e incluso en la hoja de ruta también está la venta de entradas a las salas. Por ahora la aplicación no muestra anuncios, pero no me extrañaría empezar a escuchar cuñas y agradecimientos a patrocinadores en breve en las salas con mayores audiencias (ha habido salas que han alcanzado el límite de 5.000 usuarios, y eso empieza a ser una audiencia atractiva para muchas marcas...).

El reto ahora es ver si son capaces de mantener el ritmo de crecimiento (especialmente tras la filtración de Facebook y la más que probable aceleración del lanzamiento de Twitter Spaces), trabajar mejor la experiencia de descubrimiento de salas de interés para los usuarios (es tal la oferta que el FOBO ataca implacable) e implantar medidas de moderación que permitan gestionar mejor las salas y eviten posibles abusos.

Para los usuarios, las marcas y las empresas el reto es distinto: dar con ideas y conceptos suficientemente buenos como para atraer la atención del gran público, destacar entre la previsible avalancha de propuestas que se nos vienen encima, y convencer a la audiencia de que merece la pena dedicarles su tiempo. Porque la experiencia, vivida en la mayoría de casos a través de auriculares, es tan íntima y cautivadora, que muchos usuarios confiesan que acaban dejando todo para escuchar.

En definitiva, y en función de cómo evolucione, puede ser una herramienta que ayude a impulsar en las empresas muchos de los pilares en los que se centra el ecosistema Más Empresa. Con una programación adecuada, tanto en abierto como de acceso exclusivo para empleados, clientes o colaboradores, podría ser un buen impulsor para la innovación, ayudar a la digitalización, acelerar la transformación cultural, fomentar la diversidad, y convertirse en un buen foro en el que dar visibilidad a las iniciativas de sostenibilidad y emprendimiento. ¿Abrimos una sala?

Nos escuchamos!

Lucas Aisa

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