Transformación
Baby boomers (nacidos aproximadamente entre 1945 y 1964), Generación X (entre 1965 y 1981), Millennials (entre 1982 y 1994) y Generación Z (entre 1995 y 2012). La convivencia entre trabajadores de diferentes edades en una misma empresa siempre ha existido, pero ahora, encontramos en muchas compañías la presencia de cuatro generaciones, desde empleados baby boomers hasta ‘Z’.
Los miembros de la Generación Z suponen solo en España algo más de ocho millones de personas, y según la consultora Deloitte, en 2025 esta generación compondrá el 75% de la fuerza laboral del mundo. Así, lo recalcó Eva de Grado, directora de LHH Recruitment, en una jornada de ‘Lo que dura un jamón’ del Club Cámara celebrada en el espacio Xplora de Ibercaja.
La pirámide poblacional de empresas como Hiberus ya es muy joven. La compañía aragonesa cuenta con 3.400 trabajadores de los que la mayoría son menores de 30 años, tal y como indicó en la jornada Ángel Pardillos, director de People Transformation de Hiberus Tecnología.
“Nuestra vida se ha acelerado y esa aceleración afecta al comportamiento de cada una de las generaciones. Por eso hay tanta diferencia hoy en día en las empresas. Hay nuevas formas de concebir la vida y el trabajo; maneras diferentes de interpretar las opciones de vida y la felicidad, así como las decisiones que se van a tomar”, apuntó Pardillos.
La manera de concebir la relación entre el trabajador y la empresa ha cambiado con el tiempo. Los baby boomers o la Generación X pedían a las empresas al entrar crecer profesionalmente, hacer algo que les gustara y estar en un entorno laboral seguro. En definitiva: estabilidad y crecimiento.
No existe tanta diferencia respecto a las generaciones más actuales, pero antes no importaba tanto a qué velocidad se alcanzaban los objetivos. Sin embargo, los jóvenes de hoy en día necesitan un efecto de reacción más cercano. “Tienen una neurona vigilante entre lo que les dicen sus superiores y lo que ocurre realmente. No van a estar mucho tiempo en un puesto de trabajo que no les llene y que no cumpla sus expectativas. Tienen que sentir que aportan”, explicó el director de People Transformation de Hiberus.
Los jóvenes quieren crecer en las empresas y que su trabajo tenga retorno. Si sus superiores no consiguen cumplir con sus expectativas será difícil que permanezcan en las compañías. Las generaciones anteriores eran más conservadoras con el puesto de trabajo. Hacían lo que quería la compañía. Y hoy en día los jóvenes toman más decisiones: si no coinciden con los objetivos de la empresa y de sus superiores prefieren marcharse.
“¿Son los jóvenes ahora más osados, en el sentido positivo, y eso los lleva a no tener miedo a equivocarse?”, preguntó Eva de Grado. Para Pardillos, el no tener miedo a equivocarse está motivado por el compromiso: “el compromiso actual de los jóvenes no se centra en el trabajo y va mucho más allá. Están comprometidos con la sociedad, con la ecología, con la diversidad…”. Por ello, relativizan más los puestos de trabajo y no sienten tanto apego.
Los seniors que pertenecen a generaciones como los boomers o la X y los millennials y centennials están llamados a entenderse. Pero, ¿cómo hacer que la mezcla de generaciones aporte? En la jornada se arrojaron algunas claves:
La movilidad en las empresas es menor cuanto más mayores son los empleados y más tiempo llevan en la compañía. Hay un salto crítico a partir del 4 o 5 año de trabajo, y el principal motivo que lleva a un joven a moverse es porque no encuentra el espacio que busca en el proyecto en el que está.
Para convencer a los jóvenes y que conseguir que sigan involucrados en la empresa hay que apostar por proyectos de fidelización, pero Pardillos subrayó que “no hay que retener a nadie”. En empresas como Hiberus realizan encuestas de salida, y como explicó el director de People Transformation, “la fotografía casi siempre es la misma. Lo que más les apena de irse es perder el buen ambiente laboral que hay. La mayoría se va por dinero o porque buscan un proyecto concreto que no tienen a su alcance en la compañía”.
A la hora de acceder a un nuevo puesto laboral, los requerimientos también han evolucionado con el paso de las generaciones:
Cada generación tiene un valor y de todas se puede rescatar algo, porque sus diferentes objetivos las hacen complementarias. La convivencia generacional marcará el éxito de las empresas del mañana. Los más mayores tienen, según Ángel Pardillos, “la obligación y el compromiso de darles a los más jóvenes la capacidad de elección. Lo que podemos transmitir no es cómo se hacen las cosas, porque las cosas cambian, la normas se modifican, los clientes… El valor está en transmitir la forma de entender cómo se hacen las cosas, cómo funciona el pensamiento crítico, como dar la vuelta para conseguir un fin… eso me preocupo en transmitir”.
En su caso, si volviera vista atrás, indica que “las personas que más me han influido en vida laboral no han sido los que me han enseñado a hacer las cosas. Han sido las que me han hecho querer lo que hago”.
Tags