Líderes

Fecha de publicación 24 marzo 2020

“Ahora, tras proteger a las personas, el objetivo es cuidar al máximo el tejido empresarial”

“Ahora, tras proteger a las personas, el objetivo es cuidar al máximo el tejido empresarial”

Luz López dirige el Ecosistema Más Empresa de Ibercaja y es licenciada en Ciencias Económicas, PDD por la IESE Business School y máster en Creación de Empresas y en Finanzas. Actualmente, desarrolla un doctorado sobre nuevos modelos financieros FINTECH (Finance & Technology).

“Ahora, tras proteger a las personas, el objetivo es cuidar al máximo el tejido empresarial. Es la primera vez que nos topamos con una crisis global de la salud y la economía: el fin, una vez cubiertos los aspectos personales, reside en que las empresas sean capaces de transitar por este momento crítico, para retomar su negocio una vez que se reactive la economía. Eso sí, tendrán que reevaluar la entrega de valor al cliente, porque es muy probable que no sea el mismo después de esta disrupción”. Así lo indica Luz López, directora del Ecosistema Más Empresa de Ibercaja, quien añade que para lograrlo es importante ver cómo un país como China ya está comenzando a reactivar su economía tras sufrir pérdidas importantes. Es la primera vez que estas generación se ha topado con una crisis de salud a la vez que un aspecto económico, global y generalizado.

Para López, “el Covid19 puede implicar una recesión a nivel económico global. Está previsto que durante dos periodos consecutivos tengamos un PIB negativo en Europa. Si después de dos trimestres se reactiva la economía, como ya ha comentado Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo, lo que habremos vivido es un momento transitorio temporal de paralización de la economía. Sin duda afectará en los resultados a corto y medio plazo pero, si hacemos bien las tareas que la situación nos exige, no tiene por qué implicar una crisis profunda ni la desaparición de nuestras empresas”.

La directora del Ecosistema Más Empresa de Ibercaja explica que el “efecto Covid19” es lo que se conoce como un “cisne negro” en economía: “Se trata de un suceso que ocurre por sorpresa, que nadie había previsto por improbable y que, en la mayoría de los casos, tiene un impacto muy trascendente y no positivo”.

“Estamos viviendo un momento de crisis de la demanda -matiza-. Ahora bien, es importante saber si esta crisis va a implicar que la demanda de nuestro negocio se verá reducida cuando esto pase (porque han cambiado las necesidades o la forma de consumir de nuestros clientes), o si lo que está ocurriendo es un aplazamiento de la demanda, es decir, que ante la incertidumbre, el confinamiento y la falta de canales de distribución, el consumo no es posible en este momento, pero podrá reactivarse cuando las circunstancias se semi-normalicen. Incluso estamos viendo como hay empresas  que están incrementando sus ingresos: delivery, farma o supermercados”.

Según López, esta crisis también ha puesto de manifiesto la gran dependencia de nuestra economía de la cadena de suministro y, todavía, de los canales físicos, ahora no disponibles en muchos casos.

 

Por ello, la directora del Ecosistema Más Empresa de Ibercaja opta por estas

Claves para adaptarse a la nueva realidad empresarial

Todas ellas tienen un claro objetivo de generar un runway (meses de supervivencia en caja) suficiente para transitar este momento:

 

  1. Tener actitud. Aunque sea difícil por el contexto, conviene mantener la calma, definir un plan de contingencia con el objetivo claro de mantener el tejido empresarial. Hay que intentar que nuestra empresa transite durante este periodo de crisis y reevaluar la propuesta de valor para saber si aplica en este momento.
  2. Generar liderazgo y definir una estrategia clara. Hay que manejar diferentes horizontes: uno de aquí a dos meses; otro para septiembre, cuando se hayan cumplido seis meses desde el inicio de la crisis; y otros a uno y tres años vista. 
  3. Visionar los escenarios de supervivencia de la empresa. Tener muy claro cuál es la tasa de consumo, hacer un reajuste de los gastos y mantener aquello gastos involucrados en el ‘core’ del negocio. 
  4. Cuidar a los equipos de trabajo,  así como establecer comunicación con clientes y proveedores para seguir manteniendo redes de confianza. En la medida que se pueda, mantener al equipo; tal vez implique reducciones salariales o de dedicación de tiempo, pero compensa: juntos somos más fuertes.
  5. Seleccionar muy bien las inversiones en este momento y poner ‘en cuarentena’ las previsiones de ingreso, incluso las de los clientes pendientes de cobro.
  6. Comenzar a rediseñar modelos de negocio en función de los nuevos cambios, ya que es probable que el consumidor se comporte de manera diferente respecto a sus canales de consumo y a sus necesidades. Para ello nos tenemos que preguntar cuál es nuestra propuesta de valor como empresa y como aplica ante esta nueva realidad.
  7. Plantear otras líneas diferentes de actividad, complementarias o no, aprovechando la nuestra tecnología y nuestro know-how.
  8. Renegociar todo aquello que podamos con clientes (aplazamientos, pero no anulaciones, anticipación de ventas a cambio de descuentos importantes…) y proveedores (garantizar futuros suministros para cuando todo se retome). Buscar fórmulas sostenibles para nuestro endeudamiento con las entidades financieras. También explorar formas innovadoras de generar nuevos clientes y trabajar en planes financieros postcrisis, si es posible, que tengan un objetivo de solvencia en caja a 12 meses vista.

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