Tendencias
Ausencias repetidas y prolongadas de los empleados de sus puestos de trabajo, ya sean justificadas o injustificadas. Eso es el absentismo laboral. Las causas pueden variar: desde problemas de salud física o mental hasta asuntos familiares, pasando por desmotivación laboral o conflictos en el entorno del trabajo.
En 2023 se produjeron en España cerca de 8.100.000 bajas laborales derivadas de enfermedades comunes y accidentes no profesionales, ocasionando un gasto superior a los 25.000 millones de euros en el último año. El absentismo laboral no solo impacta económicamente, también afecta a:
La ausencia de un empleado implica una reducción directa en la productividad de la empresa. Las tareas quedan incompletas o son redistribuidas entre los compañeros, lo que puede llevar a una sobrecarga de trabajo y una disminución de la eficiencia general del equipo.
Más allá del gasto que le supone al Estado, cuando hay empleados que faltan al trabajo eso conlleva costes adicionales a las empresas como el pago de horas extras a otros empleados, la contratación de trabajadores temporales y los gastos asociados con la formación y el proceso de selección de nuevos trabajadores.
El absentismo frecuente puede afectar negativamente la moral del equipo. Los empleados que deben asumir las responsabilidades de sus compañeros ausentes pueden sentirse sobrecargados y estresados, lo que a su vez puede llevar a una disminución en la satisfacción laboral y un aumento en las tasas de rotación de personal.
La ausencia de personal puede retrasar proyectos importantes. Eso afecta a la organización de la empresa y a su calendario, pero también al grado de satisfacción del cliente y a la reputación de la empresa en el mercado.
Los empleados que tienen que asumir tareas de los compañeros ausentes pueden estar menos cualificados para desempeñarlas, lo que merma la calidad del trabajo al no estar familiarizados con su desarrollo. También afecta a la calidad si los trabajadores realizan las labores bajo presión.
El sector privado está soportando un elevado esfuerzo económico a medida que aumentan los costes laborales y se reduce la productividad por ocupado. Pese a que uno de cada diez empleos creados en 2023 se ha producido en el sector sanitario, existe una excesiva carga burocrática en lo que respecta a la separación de funciones entre quien presta la asistencia sanitaria (Servicios Públicos de Salud) y quien satisface la prestación económica (Mutuas colaboradoras con la Seguridad Social y entidades gestoras de la Seguridad Social). Las listas de espera de los Servicios Públicos de Salud de las Comunidades Autónomas, unido a la carga asistencial, provoca una duración superior de los procesos de incapacidad temporal por enfermedades comunes y accidentes no profesionales.
Fernando Casado Juan, presidente de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), analiza el problema del absentismo laboral derivado de enfermedades comunes y accidentes no profesionales en el número 82 de la Revista de Economía Aragonesa. En él, revela que el coste del absentismo laboral ha crecido un 74% en los últimos cinco años. Además, indica que si las Mutuas pudieran prestar una asistencia sanitaria integral y dar las altas médicas derivadas de enfermedades comunes y accidentes no profesionales diagnosticadas como patologías traumatológicas, se podría recuperar la salud de los trabajadores que las padecen en aproximadamente 26 días menos y obtener un ahorro económico de 2.637 millones de euros a nivel nacional.
En el ejercicio 2023, las listas de espera de los Servicios Públicos de Salud de las Comunidades Autónomas alcanzaron los 101 días de media, pero especialmente preocupante son las patologías traumatológicas, que tuvieron un tiempo medio de espera de 108 días. Como consecuencia de la tendencia ascendente en el número de bajas iniciadas, a nivel nacional, en 2023, las bajas laborales derivadas de enfermedades comunes y accidentes no laborales supusieron un gasto en prestaciones económicas de la Seguridad Social y un coste directo para las empresas de 3.800 millones de euros superior al del ejercicio 2022, y de 10.766 millones de euros más respecto al de 2018, lo que supone un aumento del 17,65% comparado a 2022, pero un 73,94% de crecimiento en los últimos cinco años.
El laberinto burocrático perjudica a la salud de los trabajadores e incrementa aún más la carga asistencial de una sanidad pública saturada. Esto supone una importante merma de competitividad de las empresas y un lastre para la creación de empleo y para el crecimiento económico de España, a corto, medio y largo plazo.
Con el objetivo de recuperar lo antes y mejor posible la salud de los trabajadores, de evitar el uso indebido de esta prestación y de salvar el laberinto burocrático existente, desde las Mutuas se propone lo siguiente, tal y como apunta el presidente de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo:
Para abordar el absentismo laboral de manera efectiva es esencial implementar estrategias que no solo reduzcan la ausencia, sino que también fomenten un ambiente de trabajo saludable y motivador. Estas son cinco estrategias que se pueden poner en marcha en las empresas:
1. Políticas claras y flexibles
Desarrollar políticas claras sobre la asistencia y las ausencias puede ayudar a gestionar el absentismo. Además, es recomendable establecer reuniones periódicas entre empleados y gerentes para discutir el desempeño, recibir feedback y abordar inquietudes. En paralelo, también es importante ofrecer flexibilidad, como las facilidades de conciliación y teletrabajo, para ayudar a los empleados a equilibrar sus responsabilidades personales y profesionales.
2. Programas de salud y bienestar
Los programas de salud y bienestar pueden reducir el absentismo relacionado con problemas de salud física y mental. Pueden incluir revisiones médicas regulares, fomento de actividades físicas y asesoramiento psicológico. Además, también es recomendable proporcionar recursos y apoyo para la gestión del estrés, como organizar talleres sobre técnicas para aprender a manejarlo, crear áreas de descanso dentro de las compañías y promulgar un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal.
3. Ambiente de trabajo distendido y positivo
Fomentar un ambiente de trabajo positivo y motivador puede reducir el absentismo relacionado con la desmotivación y los conflictos laborales. Para ello, es fundamental trabajar la cultura organizacional y dar voz a los empleados, así como ser una organización transparente en la que todos los trabajadores se sientan informados y valorados. Se recomienda involucrar a los empleados en la toma de decisiones y permitirles participar en la planificación y ejecución de proyectos.
4. Capacitación y desarrollo profesional
Implementar sistemas de reconocimiento y recompensas para motivar a los empleados y poner en valor su esfuerzo ayuda a disminuir el absentismo. Además, las empresas pueden ofrecer programas de formación y desarrollo profesional que permitan a los empleados adquirir nuevas habilidades. También es importante diseñar planes de carrera claros y personalizados para cada empleado, mostrando un camino de crecimiento dentro de la compañía.
5. Monitorización y planes de acción
A las empresas les ayudará llevar un registro detallado de las ausencias de los trabajadores para identificar patrones y causas comunes de absentismo. Además, realizar encuestas periódicas para evaluar el clima laboral permitirá detectar posibles problemas antes de que se agraven. La evaluación continua ayuda a revisar y ajustar las estrategias regularmente en función de los resultados obtenidos y la retroalimentación de los empleados.