Líderes

Fecha de publicación 27 agosto 2024

El líder carismático, ¿nace o se hace?

El líder carismático, ¿nace o se hace?

¿Quién no ha vivido una situación así?: estás en un acto, rodeado de gente, tratando de entablar una conversación cordial, buscando la fórmula para romper el hielo y de repente, alguien sin hacer el mínimo esfuerzo acapara toda la atención. Hay algo en esa persona que nos atrae: puede ser su manera de andar, de presentarse, su tono de voz, la broma que cuenta en el momento adecuado… Parece que lo hace sin esfuerzo, como si tuviera un don natural. Llamémoslo encanto, magnetismo, duende; en definitiva, el carisma o la capacidad que tienen algunos para fascinar.

El líder en una organización es quien dirige y orienta al grupo. Para ello, requiere de unas habilidades y cualidades como saber comunicar, tener empatía, estar comprometido, trabajar en equipo, ser innovador, resiliente y carismático. Sí, el carisma ayuda al líder porque le va a aportar unas herramientas muy útiles a la hora de dirigir equipos y proyectos.  

¿Todo líder es carismático? 

La pregunta que nos hacemos entonces es si todo líder es por naturaleza carismático o si, por el contrario, el carisma se puede aprender. Según John Maxwell, escritor y conferenciante norteamericano centrado en analizar el liderazgo, el carisma debe formar parte del carácter de un líder, pero no es algo inherente, sino que se puede adquirir aplicando una serie de prácticas comunicativas.

De la misma opinión es Charles Duhigg. El periodista norteamericano y premio Pulitzer analiza la capacidad de la conversación como herramienta para conectar con los otros en su libro “Supercomunicadores. Cómo desbloquear el lenguaje secreto de la conexión”. Como el propio autor explica en el artículo para The Wall Street Journal y publicado en El Confidencial el carisma no consiste en una gran interpretación. Se trata de un estado que provocamos en otras personas”. Es lo que John Maxwell llama la capacidad para atraer a la gente hacia ti. En su libro “Las 21 cualidades indispensable de un líder”, Maxwell dedica un capítulo al carisma y establece cuatro requisitos para desarrollarlo.

  • Ser generoso, compartiendo tiempo, recursos y conocimiento.
  • Encontrar lo bueno que hay en los demás y estimularlos y ayudarlos a alcanzar su máximo potencial.
  • Tener una actitud alegre, optimista y entusiasta.
  • Dar esperanza al grupo u organización que se lidere.

Al mismo tiempo, para trabajar el carisma, Maxwell recomienda alejarse de estas cinco características que generan rechazo en la gente e impiden el objetivo que se busca, el de atraer.

  • Ser orgulloso y pensar que eres mejor que los demás.
  • Ser inseguro.
  • No ser claro en tus objetivos.
  • Ser perfeccionista y crear expectativas irreales.
  • Ser cínico.

Claves para mejorar el carisma 

A partir de este punto de partida, conociendo qué aspectos debemos potenciar y cuáles modificar o abandonar, tanto John Maxwell como Charles Duhigg dan una serie de claves para perfeccionar la capacidad que tiene una persona para conectar con los demás y atraer la atención.

  1. La primera es observar cómo se interactúa con los demás y ver si la conversación se centra en ellos o no. El objetivo es que nuestras charlas tengan como protagonista a nuestro interlocutor, que sienta que se le escucha, que es importante lo que cuenta. Como Duhigg explica en el artículo de El Confidencial, “consiste en fomentar la conexión y hacer que nuestros interlocutores sientan que son ellos los encantadores, interesantes o divertidos”. 
  2. Otra herramienta que Maxwell recomienda es lo que él llama “causar buena impresión”; es decir, recordar el nombre de la persona que has conocido, preguntarle por sus intereses. Duhigg aclara en este sentido que “la clave está en hacer preguntas más profundas, aunque no indiscretas, que inviten a respuestas significativas y reveladoras”. No se trata de utilizar preguntas manidas sino sencillas que demuestren tu interés por el otro. 
  3. La tercera técnica es compartir el conocimiento y los recursos propios para que los demás puedan aprender y crecer personal y profesionalmente. Tratar de mostrarse cercano y accesible es importante porque el equipo tiene que sentir que su líder está ahí, a su lado. Deben tener una razón para seguirlo y una de las razones por las que lo harán es porque siente que lo conocen.

¿Cómo ayuda el carisma al liderazgo?

En el mismo artículo, la columnista y experta en rendimiento laboral Henna Pryor explica que desarrollar el carisma comienza por consolidar la confianza en uno mismo. La autora subraya que las personas cautivadoras también comenten errores, pero reaccionan más rápido que el resto. Según Maxwell, “cuando se trata de carisma, lo fundamental es la disposición hacia los demás. Los líderes que piensan en otros y en sus intereses antes de pensar en ellos mismos, muestran carisma”. Duhigg apunta además que “puede que te contraten en una empresa por tus habilidades, pero tu capacidad para comunicarte y ganarte la confianza de la gente te impulsa en la jerarquía. En esto consiste el liderazgo".

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